Un hacker que ahora trabaja para la seguridad de Estado en el Campus Party
Su cuenta en Twitter es S3rv1uz y pertenece a Ecuatorian Hacking Team. No tiene más de 26 años, quizás alcance el metro ochenta de alto y con suerte las 150 libras. Viste una chompa negra y en su oreja izquierda cuelga una calabera blanca.
No saca las manos de los bolsillos y cada 30 segundos gira su cabeza de derecha a izquierda. Se siente perseguido. No es para menos... Trabaja para un departamento de seguridad informática del Gobierno Nacional y hace pocos meses colaboró en la Operación Cóndor Libre de la mano del grupo de hacktivistas Anonymous Hispanoamérica. Es decir, encontra del oficialismo. Pero, "trabajo es trabajo", explica.
En el Campus Party es como un campusero más, trabaja en su computadora, ayuda a sus compañeros, da recomendaciones e incluso, a veces, es voluntario de Telefónica luchando virtualmente contra los ataques de hackers nacionales e internacionales que a diario tratan de interrumpir los sistemas del Campus.
Quien lo escucha hablar pensaría que es un experto en Sistemas y Telecomunicaciones y que probablemente cursó alguna ingeniería, pero no, es abogado de profesión y empírico en informática, que se dedicó a hackear páginas de los municipios del país y unas que otras del gobierno por simple curiosidad y aprendizaje. "Además porque quería demostrar que la seguridad informática en el país es vulnerable, y que en vez de crear tantos ministerios se le debería apostar a esta rama".
Sobre los ataques de la Operación Cóndor manifiesta que fueron un método de retrachazo al oficialismo y sus ideales contra la libertad de expresión, asimismo y sinceramente aclara que la operación no tuvo los resultados esperados debido a que hackers maliciosos e incluso extranjeros, cambiaron los objetivos y se apoderaron de la información obtenida para venderla al "mercado negro" o efectuar ataques de pishing.
Hackearon las páginas del Municipio de Orellana, del Mintel, del Gobierno, de ChevyStar, revista Vistazo, Policía Nacional, es decir, públicas y privadas. ¿Y ahora qué? ¿habrán nuevos ataques? A pesar de que se han detenido, S3rv1uz dice que es de esperar que nuevas operaciones se estén tramando y con mucha más fuerza debido a que el número de comunidades ha incrementado, aunque él ya no participará por temor a ser descubierto, perder su trabajo y poner en peligro a su familia.
"Dos compañeros de Guayaquil fueron descubiertos y detenidos por dos días. Por suerte fueron liberados por falta de pruebas. Eso es algo que yo me conozco bien, soy abogado, por lo tanto trato al menos no dejar pruebas", anota.
Se considera parte de Anonymous, porque comparte los ideales y pretende defender siempre los derechos de las personas y de la libertad de opinión. Conoce virtualmente a decenas de hacktivistas con los mismos objetivos y aprende de ellos a diario, sus medios de comunicación son las redes sociales, en especial el Twitter, también el Piratnet.
S3rv1uz espera volver a las operaciones, cuando su suerte ya no dependa del Estado. Tiene cabello negro, no es muy blanco, lleva camisa celeste debajo de su chompa negra, sus ojos son... No más características este campusero podría perder su trabajo.
Giannella Espinoza Cobos - desde Quito
No saca las manos de los bolsillos y cada 30 segundos gira su cabeza de derecha a izquierda. Se siente perseguido. No es para menos... Trabaja para un departamento de seguridad informática del Gobierno Nacional y hace pocos meses colaboró en la Operación Cóndor Libre de la mano del grupo de hacktivistas Anonymous Hispanoamérica. Es decir, encontra del oficialismo. Pero, "trabajo es trabajo", explica.
En el Campus Party es como un campusero más, trabaja en su computadora, ayuda a sus compañeros, da recomendaciones e incluso, a veces, es voluntario de Telefónica luchando virtualmente contra los ataques de hackers nacionales e internacionales que a diario tratan de interrumpir los sistemas del Campus.
Quien lo escucha hablar pensaría que es un experto en Sistemas y Telecomunicaciones y que probablemente cursó alguna ingeniería, pero no, es abogado de profesión y empírico en informática, que se dedicó a hackear páginas de los municipios del país y unas que otras del gobierno por simple curiosidad y aprendizaje. "Además porque quería demostrar que la seguridad informática en el país es vulnerable, y que en vez de crear tantos ministerios se le debería apostar a esta rama".
Sobre los ataques de la Operación Cóndor manifiesta que fueron un método de retrachazo al oficialismo y sus ideales contra la libertad de expresión, asimismo y sinceramente aclara que la operación no tuvo los resultados esperados debido a que hackers maliciosos e incluso extranjeros, cambiaron los objetivos y se apoderaron de la información obtenida para venderla al "mercado negro" o efectuar ataques de pishing.
Hackearon las páginas del Municipio de Orellana, del Mintel, del Gobierno, de ChevyStar, revista Vistazo, Policía Nacional, es decir, públicas y privadas. ¿Y ahora qué? ¿habrán nuevos ataques? A pesar de que se han detenido, S3rv1uz dice que es de esperar que nuevas operaciones se estén tramando y con mucha más fuerza debido a que el número de comunidades ha incrementado, aunque él ya no participará por temor a ser descubierto, perder su trabajo y poner en peligro a su familia.
"Dos compañeros de Guayaquil fueron descubiertos y detenidos por dos días. Por suerte fueron liberados por falta de pruebas. Eso es algo que yo me conozco bien, soy abogado, por lo tanto trato al menos no dejar pruebas", anota.
Se considera parte de Anonymous, porque comparte los ideales y pretende defender siempre los derechos de las personas y de la libertad de opinión. Conoce virtualmente a decenas de hacktivistas con los mismos objetivos y aprende de ellos a diario, sus medios de comunicación son las redes sociales, en especial el Twitter, también el Piratnet.
S3rv1uz espera volver a las operaciones, cuando su suerte ya no dependa del Estado. Tiene cabello negro, no es muy blanco, lleva camisa celeste debajo de su chompa negra, sus ojos son... No más características este campusero podría perder su trabajo.
Giannella Espinoza Cobos - desde Quito
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