Orlando Pérez demanda por medio millón de dólares a cineasta Carlos Andrés Vera

Orlando Pérez demanda por medio millón de dólares a cineasta Carlos Andrés Vera
Publicado el: 15/03/2022
Orlando Pérez, correísta, quien fuera director de Diario El Telégrafo y quien mantiene un programa en Telesur, ha demandado al cineasta Carlos Andrés Vera por supuestas calumnias en su contra y pide como reparación $500.000 (Quinientos mil dólares) y cárcel.

Pérez en su denuncia indica que Vera trata de afectar "su buen nombre", esto en referencia a varios tuis publicados por el cineasta.

Ante esta querella planteada, Vera respondió con una carta pública que indica lo siguiente:


"Los calzoncillos de Orlando Pérez

Respuesta a una querella. Por Carlos Andrés Vera

Corrían los últimos meses de 2016 y muchos usuarios de redes sociales sufrimos un atentado a la estética: como un hecho de relevancia pública, se viralizó una foto de Orlando Pérez en calzoncillos. El por qué se viralizó la foto responde a eventos de público conocimiento: Pérez -en ese entonces, como ahora, funcionario público- fue acusado por agredir a una mujer. La denunciante fue quien le hizo la foto, en el contexto de la agresión. Meses más tarde, Pérez sería sentenciado en última instancia. Debió ir a prisión. Nunca lo hizo. Pagó 700 dólares por daños y perjuicios y nunca dio la cara hasta que su pena prescribió. Por esos tiempos, como ciudadano que ejerce su derecho al cuestionar los actos de varios funcionarios públicos, comenté sobre esa imagen en mi cuenta de Twitter. Y por ese tuit -entre otros que he publicado sobre el personaje-, hoy Pérez me querella, me acusa de cometer un delito de calumnia, aspira a que le pague medio millón de dólares y a que sea yo quien, finalmente, vaya a prisión.

A alguien le patina el coco.

Orlando Pérez no quiere que yo hable de sus calzoncillos, pero no por su aspecto, sino por el contexto de esa imagen. Es decir, pretende que no me refiera a su pasado, porque su pasado es cuestionable. Espera anularme para, con ese ejemplo, intimidar a cualquiera que le recuerde públicamente sus credenciales éticas. No me he referido a él por rencillas personales, sino por temas de conocimiento general que cuestionan su valía para ejercer un cargo público. Lo observo y rechazo porque me indigna que un sentenciado por agredir a una mujer no solo no cumple su pena, sino que se ampara y escuda en el aparato público que por años le han brindado sus amistades para dictarle a la sociedad lecciones de ética y periodismo. ¡Hay que tener cara! Y Orlando no solo tiene una cara muy grande, sino que se la quiere lavar a costa mía.

El lavado es una de las principales actividades del correísmo. Me refiero a lavarse la cara obsesivamente. Y esta acción penal no debe interpretarse fuera de ese contexto. Esto va más allá de Orlando y de mí. Los que por años le mintieron al país y destruyeron la vida y la reputación de mucha gente, aspiran ahora a convertirse en las nuevas víctimas. Y a quienes hemos cuestionado por años los abusos y la corrupción de ese período político, ahora nos quieren mostrar como los victimarios. Quienes ofendieron hasta el cansancio, ahora son los ofendidos. Quienes le llamaron "retención" a un violento secuestro, hoy plantean que tener memoria es un delito. Quienes operaron un aparato de insidia mediática gigantesco financiado con dinero público, ahora se sienten intranquilos por la opinión de un ciudadano en su cuenta de Twitter. Lamentablemente para todo ese grupo cobijado bajo el paraguas que llamamos correísmo, hay dos cosas que no pueden hacerse: borrar el pasado y evitar el paso del tiempo.

El tiempo -cuando le ayudamos responsablemente- pone siempre todo en su lugar. No es la primera vez que buscan intimidarme. Los cerebros de la propaganda de la cual Pérez ha sido parte lo intentaron por años publicando sobre mí toda clase de infamias. Hoy, son prófugos de la justicia. Sucederá lo mismo en este caso: el destino pondrá al intimidador en su lugar y mi reputación permanecerá intacta. Lamentablemente para Pérez, ya no hay sabatinas desde donde se dictan sentencias. La justicia confirmará que no he cometido ningún delito, Orlando tendrá que conformarse con su salario de Radio Pichincha Universal y deberá buscar una forma honrada para ganarse medio millón de dólares. No seré yo quien le regale esa fortuna a costa del futuro de mi familia. De su ropa sucia y de los calzoncillos de todos los funcionarios públicos que pretendan silenciar su pasado, yo seguiré hablando con la certeza y la tranquilidad de que no tengo absolutamente nada turbio que ocultar.

Orlando Pérez, he leído tu querella. Me has hecho reír. Comunícale a tu abogado que la casilla judicial de mi abogado, Felipe Rodríguez Moreno, es la 3475. Aquí te esperamos, con los pantalones bien puestos.

Carlos Andres Vera"



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