Soy trofeo del 30-S
"Yo no quisiera ser otro Abdón Calderón. En algún momento el país conocerá la verdad”.
"No soy persona de odios ni rencores, las personas se equivocan y en su momento, cada quien deberá responder por sus actos”.
Rolando Tapia
exjefe de la Escolta Legislativa.
Durante su encierro en una celda de tres por dos metros, al coronel de Policía, Rolando Tapia, tuvo que acostumbrarse al ruido de los aviones y a esperar la visita de su esposa Yolanda, sus dos hijas Leslie y Jeniffer.
En la cárcel 4 también vivió uno de los momentos más gratos de su existencia, cuando su hijo Pedro José, quien estudia en Panamá, llegó para visitarlo.
El exjefe de la Escolta Legislativa, no tiene reparos al decir que a él lo han convertido en el “trofeo del 30 de septiembre”.
Explicó que con su castigo se quiere justificar los hechos y las fallas en el manejo de ese conflicto en el que se produjo un cruce de balas entre militares y policías.
Aunque debe cumplir un año más de sentencia, Tapia, quien fue acusado por el supuesto delito de atentar contra la seguridad interna del Estado, espera que se respete su derecho a la libertad controlada.
Su mayor anhelo es reunirse otra vez con su familia en el calor de su hogar, pues su detención alteró completamente la vida de sus seres queridos, especialmente de su esposa e hijas.
Aunque está privado de su libertad física, comentó que sus pensamientos siguen siendo libres y por eso siempre enfoca su mente a los recuerdos felices con su familia, pero también reflexiona sobre la angustia de sus allegados.
Su versión de los hechos
Tapia fue detenido el pasado 7 de octubre de 2010, por los hechos del 30 de septiembre (30-S), cuando se produjo una protesta policial que el Gobierno interpretó como un Golpe de Estado.
Justamente en esa fecha, Tapia era el Jefe de la Escolta Legislativa y dispuso “que solo podrían ingresar los asambleístas y funcionarios que presentaran su credencial”. Esa decisión la tomó porque en los exteriores se pudo observar la presencia de gente afín al Movimiento Popular Democrático (MPD). La orden del oficial la dio para impedir desmanes en el interior de la sede Legislativa, pero “paradójicamente se me culpó de impedir la sesión”. Ahora es el único condenado por los hechos del 30-S.
Por todo lo que ha vivido en los últimos dos años, Tapia considera que ha sido víctima de una “barbaridad jurídica”.
La “justicia está secuestrada”, dijo el oficial mientras inspeccionaba su celda. En la cabecera de su cama de una plaza colocó un rosario con la imagen de la Virgen Schoenstatt (de origen Alemán), cuyo santuario está ubicado a orillas del río Rhin. Esta imagen le recuerda la tarea que cumplió en Alangasí, al suroeste de Quito, donde ayudó a construir una capilla de en honor a esa Virgen.
Se mantiene activo
Para sentirse vivo durante su encierro, Tapia combate la rutina con ejercicio, música y arte. Ahora dedica dos horas diarias de su tiempo a pintar y su pasión son caballos. En su celda ya tiene siete cuadros de su autoría.
El exjefe de la Escolta Legislativa también escribió un libro con sus memorias, pero el documento desapareció hace algunos meses, cuando ingresaron a su casa y se robaron dispositivos que contenían información, entre estos la memoria flash en la que guardaba sus relatos.
Su futuro
En los últimos meses tomó la decisión de llevar su caso a las cortes internacionales y evitar ser cómplice del “secuestro de la justicia”.
En cuanto a la vida pública, no descartó su participación en la vida política del país y comentó que se vincularía a un partido de izquierda. Claro que su mayor anhelo es poner en alto el nombre de la institución a la que perteneció por 35 años.
Libertad controlada
° El encierro del coronel Rolando Tapia podría terminar, si las autoridades aceptaran lo que establece el reglamento para la Aplicación del Código de Ejecución de Penas: el requisito para acogerse a la libertad controlada es haber cumplido 17 meses de su condena (él ya ha pasado recluido 23 meses).
Pese a ello no tiene mucha esperanza de dejar prisión pronto por los últimos acontecimientos y por cómo se manejó su caso. Su cumpleaños número 55 podría celebrarlo otra vez en prisión.
El Dato
El retrato de su esposa y sus hijas es el mayor tesoro que tiene en su celda.
"No soy persona de odios ni rencores, las personas se equivocan y en su momento, cada quien deberá responder por sus actos”.
Rolando Tapia
exjefe de la Escolta Legislativa.
Durante su encierro en una celda de tres por dos metros, al coronel de Policía, Rolando Tapia, tuvo que acostumbrarse al ruido de los aviones y a esperar la visita de su esposa Yolanda, sus dos hijas Leslie y Jeniffer.
En la cárcel 4 también vivió uno de los momentos más gratos de su existencia, cuando su hijo Pedro José, quien estudia en Panamá, llegó para visitarlo.
El exjefe de la Escolta Legislativa, no tiene reparos al decir que a él lo han convertido en el “trofeo del 30 de septiembre”.
Explicó que con su castigo se quiere justificar los hechos y las fallas en el manejo de ese conflicto en el que se produjo un cruce de balas entre militares y policías.
Aunque debe cumplir un año más de sentencia, Tapia, quien fue acusado por el supuesto delito de atentar contra la seguridad interna del Estado, espera que se respete su derecho a la libertad controlada.
Su mayor anhelo es reunirse otra vez con su familia en el calor de su hogar, pues su detención alteró completamente la vida de sus seres queridos, especialmente de su esposa e hijas.
Aunque está privado de su libertad física, comentó que sus pensamientos siguen siendo libres y por eso siempre enfoca su mente a los recuerdos felices con su familia, pero también reflexiona sobre la angustia de sus allegados.
Su versión de los hechos
Tapia fue detenido el pasado 7 de octubre de 2010, por los hechos del 30 de septiembre (30-S), cuando se produjo una protesta policial que el Gobierno interpretó como un Golpe de Estado.
Justamente en esa fecha, Tapia era el Jefe de la Escolta Legislativa y dispuso “que solo podrían ingresar los asambleístas y funcionarios que presentaran su credencial”. Esa decisión la tomó porque en los exteriores se pudo observar la presencia de gente afín al Movimiento Popular Democrático (MPD). La orden del oficial la dio para impedir desmanes en el interior de la sede Legislativa, pero “paradójicamente se me culpó de impedir la sesión”. Ahora es el único condenado por los hechos del 30-S.
Por todo lo que ha vivido en los últimos dos años, Tapia considera que ha sido víctima de una “barbaridad jurídica”.
La “justicia está secuestrada”, dijo el oficial mientras inspeccionaba su celda. En la cabecera de su cama de una plaza colocó un rosario con la imagen de la Virgen Schoenstatt (de origen Alemán), cuyo santuario está ubicado a orillas del río Rhin. Esta imagen le recuerda la tarea que cumplió en Alangasí, al suroeste de Quito, donde ayudó a construir una capilla de en honor a esa Virgen.
Se mantiene activo
Para sentirse vivo durante su encierro, Tapia combate la rutina con ejercicio, música y arte. Ahora dedica dos horas diarias de su tiempo a pintar y su pasión son caballos. En su celda ya tiene siete cuadros de su autoría.
El exjefe de la Escolta Legislativa también escribió un libro con sus memorias, pero el documento desapareció hace algunos meses, cuando ingresaron a su casa y se robaron dispositivos que contenían información, entre estos la memoria flash en la que guardaba sus relatos.
Su futuro
En los últimos meses tomó la decisión de llevar su caso a las cortes internacionales y evitar ser cómplice del “secuestro de la justicia”.
En cuanto a la vida pública, no descartó su participación en la vida política del país y comentó que se vincularía a un partido de izquierda. Claro que su mayor anhelo es poner en alto el nombre de la institución a la que perteneció por 35 años.
Libertad controlada
° El encierro del coronel Rolando Tapia podría terminar, si las autoridades aceptaran lo que establece el reglamento para la Aplicación del Código de Ejecución de Penas: el requisito para acogerse a la libertad controlada es haber cumplido 17 meses de su condena (él ya ha pasado recluido 23 meses).
Pese a ello no tiene mucha esperanza de dejar prisión pronto por los últimos acontecimientos y por cómo se manejó su caso. Su cumpleaños número 55 podría celebrarlo otra vez en prisión.
El Dato
El retrato de su esposa y sus hijas es el mayor tesoro que tiene en su celda.
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