El auto que sacó a correa no tuvo impactos

El Nissan Patrol plateado no recibió impactos de bala. Este auto sin placas, en el cual Rafael Correa salió del Hospital de la Policía el pasado jueves, fue analizado por peritos de la Fiscalía de Pichincha.

El vehículo pertenece a la asambleísta oficialista Irina Cabezas. Ella explicó ayer que se optó por este carro, porque “era el único que se encontraba en el ingreso principal de emergencias”.

La idea de los peritos fue determinar si el Nissan sufrió daños, pero Cabezas aseguró que no se registran impactos de balas. Esto se confirmó más tarde.

El peritaje comenzó a las 08:00 en la Presidencia de la República. Quince especialistas en balística entraron al Palacio de Carondelet acompañados del fiscal de Pichincha, Marco Freire, y Luis Enríquez, fiscal de la Unidad de Delitos contra la administración pública, quien tomó el caso.

Cerca de las 10:00, Freire abandonó la Presidencia de la República y señaló que se detectaron otros “ocho o 10 vehículos de la Presidencia que sí están afectados”. Incluso habló de un auto blindado que recibió una bala, aunque no especificó en qué lugar circulaba a la hora del hecho.

El sábado, Correa llegó al Hospital Militar precisamente en un Ford negro con seis impactos: tres en el parabrisas y tres en el capó.

El Jefe de Estado acudió a la casa de salud para visitar a los militares heridos en la revuelta policial.

Este auto permaneció ayer en los parqueaderos del Palacio Presidencial. Al lugar también intentó entrar personal de Criminalística de la Policía, pero no lo logró.

Cinco agentes arribaron en un patrullero, realizaron gestiones para ingresar, pero una hora después abandonaron el sitio sin conseguirlo. Uno de ellos señaló que no participaron del peritaje, porque adentro estaban “especialistas privados”.

El fiscal Freire descartó que esta actitud sea una represalia contra los policías que participaron en los hechos del pasado jueves.

“Ya estamos con peritos de la Fiscalía, pero los señores de Criminalística han venido a observar. Entonces, no los posesionamos, porque está otra gente y no queremos que en este primer trabajo haya diferentes criterios”, señaló el funcionario. Añadió que las personas que tomaron el caso “son profesionales y técnicos, que se prepararon en otros países”.

Otro agente de Criminalística indicó que acudieron a la Presidencia por orden de “los superiores”. “Estábamos en el levantamiento de un cadáver en el norte de Quito y nos mandaron acá, pero no nos dejan ni pasar”, aseguró.

Freire espera recibir los resultados de esta pericia hasta el miércoles. Están pendientes las investigaciones hechas la semana pasada en el Regimiento Quito, en el Hospital de la Policía y en Ecuador TV. “Con esto vamos a ir determinando poco a poco quiénes intervinieron en los acontecimientos. Seguiremos todos los elementos de convicción que nos sirvan para las investigaciones”, dijo.

El viernes, la Fiscalía solicitó los videos de los canales Teleamazonas, Ecuavisa y EcuadorTV.

Con las grabaciones de esas protestas se intenta incorporar en las indagaciones a más agentes.

Hasta ahora, el fiscal Luis Enríquez levantó cargos en contra de tres coroneles de la Policía por supuestamente atentar contra la vida del presidente Rafael Correa, durante los enfrentamientos ocurridos el jueves. José R., Edwin E. y Julio C. fueron trasladados el viernes a los calabozos de la Policía Judicial y el sábado se dio la audiencia de formulación de cargos.

Según Enríquez, los oficiales son responsables por los desmanes ocurridos en el Regimiento Quito 1 y por haber permitido que los policías sublevados agredan y lancen bombas lacrimógenas en contra del Mandatario.

El coronel Erwin E., en cambio, aseguró que fue el discurso que el Presidente dio antes a los policías lo que provocó las agresiones.

“A los policías no les gustó cómo los trató. En la Ley se habla de la provocación para la legítima defensa. El Presidente enseñó el pecho y dijo: mátenme. Los policías lo respetaron y no lo hicieron”.

En medio de la trifulca, dijo el oficial, junto con el general Euclides Mantilla tratamos de sacar al Mandatario. Detuvimos una camioneta que estaba por el helipuerto y su seguridad lo llevó hacia el Hospital de la Policía.

Luego, cuando el canciller Ricardo Patiño y un asambleísta llegaron al cuartel, ellos desafiaron a los policías. “Patiño decía: cuál es el hombre para desafiar a todos”.

Mi coronel y yo los resguardamos y recibimos las piedras que eran para ellos, dijo el oficial detenido. “Al llegar al Hospital de la Policía el Canciller nos agradeció y ahora el Fiscal manifiesta que quisimos matar al Presidente”.

Patricia Campues, abogada de José R., dijo que la Fiscalía tendió una trampa a los imputados, porque se los llamó a declarar el viernes y se los detuvo sin un motivo aparente. “Los coroneles no tenían acceso a las patrullas (que utilizaron los policías sublevados) ni a las motos. Mucho menos a las armas del Regimiento”.

Tras escuchar los argumentos de las partes, Héctor Coba, juez vigésimo primero de garantías penales dijo que no halló bases para ordenar la prisión preventiva de los tres coroneles y dispuso su libertad. Ellos deberán cumplir con otras medidas cautelares.

Los procesados no podrán salir del país y deberán presentarse de forma periódica ante el juzgado que tramite el juicio. A través de un comunicado, la Fiscalía instruyó a las oficinas de todo el país, para que se investigue un posible delito contra la seguridad interna. Esta figura está en los artículos 158 y 159 de la Constitución.
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