Asambleístas hacen el ridículo fingiendo un apagón.
Este martes 17 de septiembre se vivió un episodio peculiar en la Asamblea Nacional de Ecuador. Mientras se desarrollaba una sesión del Pleno, los legisladores decidieron apagar las luces del hemiciclo y encender las linternas de sus celulares, simulando las condiciones de un apagón. Aunque la acción fue simbólica, no pasó desapercibida y rápidamente se convirtió en el centro de atención mediática.
Aprovechando la oscuridad, hicieron sonar silbatos, en una clara alusión a la recomendación que había hecho la Policía Nacional de usar silbatos como medida de seguridad durante los apagones. Esta medida fue sugerida debido a que las alarmas comunitarias, dependientes de la energía eléctrica, no funcionarían durante los cortes programados.
Por su parte, el asambleísta oficialista Diego Matovelle también condenó el comportamiento de sus colegas, afirmando que "la CrisisEnergética no es una broma", y que convertir las instalaciones de la Asamblea en un "circo" no contribuía en nada a la solución del problema. Matovelle recordó que muchos de los que ahora critican son responsables en gran medida de las condiciones que han llevado a esta crisis, y que ahora le toca al gobierno actual lidiar con las consecuencias.
El Comandante de la Policía, Víctor Zárate, tuvo que salir a aclarar la situación, explicando que el uso de silbatos no formaba parte de un plan operativo oficial, y que la recomendación había sido malinterpretada. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y el episodio se convirtió en un nuevo elemento de crítica hacia la gestión gubernamental en materia de seguridad y manejo de crisis.
A nivel social, los apagones han agudizado el sentimiento de inseguridad entre los ciudadanos. La falta de iluminación y de sistemas de alarmas durante la noche ha aumentado el temor ante posibles actos delictivos, lo que ha llevado a que muchos barrios adopten medidas improvisadas de protección, como la organización de rondas vecinales y el uso de silbatos.
Foto: Asamblea Nacional
Aprovechando la oscuridad, hicieron sonar silbatos, en una clara alusión a la recomendación que había hecho la Policía Nacional de usar silbatos como medida de seguridad durante los apagones. Esta medida fue sugerida debido a que las alarmas comunitarias, dependientes de la energía eléctrica, no funcionarían durante los cortes programados.
Reacciones divididas: entre la crítica y el sarcasmo
El gesto de los legisladores no fue bien recibido por todos. El viceministro de Gobierno, Esteban Torres, calificó el acto como una "payasada" y criticó duramente la actitud de los asambleístas a través de la red social X (anteriormente conocida como Twitter). En su mensaje, Torres señaló que mientras Ecuador enfrenta una grave crisis energética, los representantes políticos se comportaban "como simios", haciendo burla de una situación tan delicada.Por su parte, el asambleísta oficialista Diego Matovelle también condenó el comportamiento de sus colegas, afirmando que "la CrisisEnergética no es una broma", y que convertir las instalaciones de la Asamblea en un "circo" no contribuía en nada a la solución del problema. Matovelle recordó que muchos de los que ahora critican son responsables en gran medida de las condiciones que han llevado a esta crisis, y que ahora le toca al gobierno actual lidiar con las consecuencias.
Una recomendación que generó controversia
La recomendación de la Policía Nacional de usar silbatos durante los apagones fue objeto de burla y críticas no solo en la Asamblea, sino también entre la ciudadanía. Esta sugerencia, emitida en un comunicado oficial, generó preocupación y descontento en la población, que la percibió como una medida insuficiente ante los riesgos de seguridad que implican los cortes de energía.El Comandante de la Policía, Víctor Zárate, tuvo que salir a aclarar la situación, explicando que el uso de silbatos no formaba parte de un plan operativo oficial, y que la recomendación había sido malinterpretada. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y el episodio se convirtió en un nuevo elemento de crítica hacia la gestión gubernamental en materia de seguridad y manejo de crisis.
Consecuencias de los apagones en la vida cotidiana
Los apagones programados afectan directamente a millones de ecuatorianos, interrumpiendo sus actividades diarias y generando preocupación por la seguridad. Los cortes de luz, que están programados desde las 22:00 hasta las 06:00 del día siguiente, complican la logística de miles de empresas y trabajadores, además de impactar negativamente en el comercio y la producción.A nivel social, los apagones han agudizado el sentimiento de inseguridad entre los ciudadanos. La falta de iluminación y de sistemas de alarmas durante la noche ha aumentado el temor ante posibles actos delictivos, lo que ha llevado a que muchos barrios adopten medidas improvisadas de protección, como la organización de rondas vecinales y el uso de silbatos.
Foto: Asamblea Nacional
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