730 dólares por beber en la calle

La multa para las personas que sean sorprendidas consumiendo licor en la vía pública de zonas con categoría turística como La Mariscal y el centro histórico subirá de 140 a 730 dólares.

En la Comisaría Metropolitana de salud y Ambiente se explicó que la ordenanza 236, que dispone el incremento de la multa, está en vigencia desde el 24 de abril de este año. Los funcionarios, sin embargo, dicen que esperan un ‘plan de gestión’ que lo está elaborando ‘Quito Turismo’ para empezar a aplicar la sanción.

Mientras esto se concreta, los infractores todavía podrán pagar la multa de 140 dólares. Solo este mes se registraron 79 casos de personas que fueron sorprendidas y sancionadas por libar en la vía pública.

El proceso

A quienes beben en la calle o en parques de La Mariscal, las autoridades les exigen que presenten la cédula de identidad y luego les extienden una notificación para que se acerquen a la comisaría de la zona en los próximos cinco días hábiles y paguen la muta.

Rubén Zurita Cevallos, comisario de la Zona de La Mariscal, señala que a quienes se rehúsan a pagar esta multa se les sigue un proceso legal y que, después de un periodo de prueba, se procede a cobrar una multa por la vía coactiva.

Reacciones

Jóvenes que frecuentan el sector consideran que esta no es una medida que ayuda a la reducción del consumo de alcohol.

David Álvarez considera que la multa es exagerada y confiesa que quienes “tomamos en un sitio público lo hacemos porque no tenemos posibilidades para pagar la entrada a un bar a una discoteca”,.

Daniel Intaz, en cambio, considera que “tomarse una cerveza en una plaza como La Foch no es malo porque el ambiente se presta para ello, hay música y rumba”.

Sensibilización

El Municipio, con el apoyo de la Policía Nacional a través de la campaña ‘No botes tu plata en balde’, que empezó en noviembre del 2011, intenta sensibilizar a los usuarios de La Mariscal para que no beban en el espacio público.

Para los que insisten en libar en los sitios no permitidos están los operativos de control que se realizan desde la tarde del miércoles y hasta la madrugada del sábado.

La Policía lo que hace en estos controles es depositar el licor incautado en las calles en un balde de gran capacidad y luego lo arroja en las alcantarillas.

Los recipientes que se usan en esta campaña se colocan en la Calama, Juan León Mera, Reina Victoria, Diego de Almagro, la Plaza Foch y Lizardo García.

2.978
casos de personas libando en la vía pública se detectaron en diciembre del año pasado en La Mariscal.
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