Voto consciente

Voto consciente
Publicado el: 26/01/2021
OPINIÓN | Por: Luis Antonio Calderón Carrera.

En medio de una pandemia que cada día nos pone cuesta arriba, el Ecuador regresa a las urnas para decidir quién tomará las riendas de un país golpeado por la fuerte crisis económica, sanitaria y la corrupción.

Hasta principios de año nadie estaba seguro que las elecciones seguirían su curso, la ineptitud de los miembros del CNE nos llevaba a pensar que los comicios se suspenderían gracias al “gran entendimiento constitucional” de quien preside esta importante función del Estado.

Después de resolver dudas, se ha definido una lamentable y extensa papeleta presidencial la cual será similar a una carta de un restaurante chino, con platos variados que van desde los más repugnantes preparados con ratas hasta una sopa de aleta de tiburón.

Las encuestadoras al parecer no han llegado al consenso necesario con los candidatos que las contratan, un día suben y bajan a sus virtuales ganadores y a la siguiente semana dan el comunicado de una segunda vuelta entre los punteros; sin embargo, no debemos olvidar los votos nulos que según Market ascienden al quince coma treinta y nueve por ciento. (Corte de enero según el medio digital “La Posta”)

Sin duda el panorama es incierto, grandes concentraciones indígenas para Yaku Perez, algunos huevos para las caravanas de Arauz y un creciente apoyo a Guillermo Lasso, todo esto no permite establecer algo claro para el próximo siete de febrero; pero de lo que si estamos seguros es que en este proceso que hasta el momento aparenta ser democrático los ciudadanos tenemos una gran responsabilidad.

La memoria está fresca, no se puede tapar el sol con un dedo y dejar de lado todo lo que vivimos los últimos catorce años, debemos partir sabiendo que la obra pública es una obligación de quienes asumen el poder y no un regalo para el pueblo, razonemos en que es mejor, si nos conviene más mil dólares o una oportunidad para emprender con el objetivo que la cifra antes mencionada se multiplique con un esfuerzo conjunto y esto permita dinamizar la economía en general.

Del camino ya no queda nada, pero aún estamos a tiempo de considerar nuestro voto e impedir que las propuestas demagógicas y absurdas lleguen a Carondelet.

¿Nos merecemos migajas?

Yo creo que es mejor un Ecuador de oportunidades.



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