Metástasis judicial

Se discute como si fuese importante, si el informe de la veeduría de la justicia es preliminar o parcial. Pero, su contenido no ha podido ser desvirtuado. El concurso para nombrar jueces de la Corte Nacional fue un fiasco, lleno de mañoserías y trampas que no pueden ser legitimados por el simple ejercicio de la Magistratura como alegremente se afirma.

Los procesos de contratación, el dedo que todo adjudica, remoción y colocación a conveniencia de varios jueces suplentes o alternos para que resuelvan los casos conflictivos con la visión gubernamental, ya son innumerables. Las trampas ya llegan a la impudicia cuando la ley señala que las causas y los jueces deben ser sorteados en forma pública.

Misteriosamente existen jueces solícitos que coinciden con los cuestionamientos de la veeduría y que son los que resuelven estas causas y salen en el mismo combo. Los sorteos son un misterio. El Fiscal Adjunto y sus subalternos, la Judicatura, los ministros de Justicia e Interior fueron maltratados y conminados en Carondelet a fin de que no apliquen la norma constitucional de modificar las medidas cautelares. Tampoco los fiscales pueden abstenerse de acusar y los jueces no timoratos, pero que defienden primero sus cargos, son solícitos a las órdenes de quienes imparten hoy justicia.

Se acabaron los inocentes en este país. Quien sea acusado o no goce del beneplácito político será siempre culpable, salvo que quieran enfrentarse al metedor de manos. Es claro que los operadores de justicia son simplemente obedientes de un poder omnímodo que ya todos sienten.


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