Las cenizas de la desestabilización se reavivan

Las cenizas de la desestabilización se reavivan
Publicado el: 30/09/2020
OPINIÓN | Por: Crnl. Mario Pazmiño S.

Los recientes acontecimientos de agitación social y vandalismo urbano que se desataron en los últimos días en las principales ciudades de Colombia y Chile, demuestran que las cenizas de la anarquía y las técnicas de la Revolución Molecular Disipada, se encuentran en marcha y tomando más fuerza de lo que las autoridades gubernamentales se pueden imaginar.
La nueva estrategia aplicada en América Latina, tiene como propósito alterar el estado de normalidad de la sociedad, generando el caos y provocando la descontextualización de los principios rectores de una convivencia armónica y civilizada. Su estrategia consiste en fraccionar a las unidades de la fuerza pública para lograr descentralizar y debilitar su accionar, enfrentarlas sin el principio de fuerza, sino más bien bajo el esquema de fuerza aislada y zona ocupada.
Las técnicas de guerrilla urbana son aplicadas en esta metodología revolucionaria, donde el criterio de punto dominado, es importante para obligar al empleo descentralizado de la fuerza pública, explotando su debilidad y evitando que otra fuerza acuda en su apoyo porque se encuentra comprometida.
Este fue el esquema que se presentó en octubre del 2019 y que sorprendió por su accionar a la Policía Nacional y Fuerzas Armadas quienes no conocían de este tipo de estrategia de desestabilización que ya se venía implementando en España, Europa, Medio Oriente, Brasil y Colombia por citar algunos. Los manuales del Black Block, “La Revolución Molecular” de Félix Guattari, “La Contribución a la Guerra en Curso” de Deleuze y “El Gesto mas Radical” de Sadie Plant son las herramientas doctrinales que se han utilizado para sembrar el caos y a la anarquía en la región.
Ecuador un país en donde las condiciones de inestabilidad gubernamental se vienen incrementando por las diferentes crisis existentes (sanitaria, financiera, sicosocial, política, judicial etc.,) y la ineficiencia en la administración del gobierno para solucionarlas, constituye una bomba de tiempo que va a explotar en los próximos días sin darle tiempo al Ejecutivo a que pueda salir bien librado de este nuevo proceso de desestabilización.
Las organizaciones que fueron infiltradas por el correísmo y la izquierda radical, dejaron al Estado sin las herramientas necesarias, para que la Fuerza Pública pueda emplear el uso progresivo de la fuerza y mantener la paz social. Los “incorruptibles” y “eruditos” magistrados de la Corte Constitucional dieron la razón a los delincuentes anarquistas y desestabilizadores antes que a la sociedad desprotegida.
El Estado está desarmado, la violencia anarquista se aproxima a pasos agigantados, la Fuerza Pública está atada de manos, la sociedad se encuentra desprotegida y el gobierno no asimila el problema de ingobernabilidad que se le avecina. Es necesario recordar, que donde cenizas de desestabilización quedaron, estas pueden reavivarse con consecuencias impredecibles.


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