Julio César Trujillo: Ya hay motivos para que la Fiscalía investigue a Jorge Glas

Julio César Trujillo: Ya hay motivos para que la Fiscalía investigue a Jorge Glas
Publicado el: 20/06/2017
JULIO CÉSAR TRUJILLO, MIEMBRO DE LA COMISIÓN CIUDADANA ANTICORRUPCIÓN, FUE INVITADO POR EL PRESIDENTE MORENO A INTEGRAR EL FRENTE GOBIERNISTA DE TRANSPARENCIA. TRUJILLO EXPLICA LAS RAZONES DE SU NEGATIVA A TAL PEDIDO Y RATIFICA QUE SOLO HABRÁ CONFIANZA EN LA JUSTICIA CUANDO SE INVESTIGUE A TODOS LOS SOSPECHOSOS DE LOS HECHOS DE CORRUPCIÓN, SIN BLINDAR A NADIE. EL COMISIONADO INCLUYE EN ESA LISTA AL VICEPRESIDENTE JORGE GLAS, A QUIEN LE RECOMIENDA RENUNCIAR.

¿Le sorprendió el llamado que le hizo el presidente Lenin Moreno para formar parte del Frente de Transparencia, invitación que usted declinó?

De alguna manera sí me sorprendió, hasta por la forma como me llegó la noticia. La noticia me la dio una periodista que me llamó para preguntarme si aceptaba o no. Y fue la primera noticia que tuve al respecto.

Es decir, ¿usted no fue anticipado?

No fui anticipado. Así que no sabía nada del contexto y le dije a la periodista que me permita analizar las circunstancias y además ver quienes más eran los otros miembros de este Frente. Pero siguieron las llamadas de periodistas, así que les dije que tendría una reunión con los miembros de la Comisión Anticorrupción y después de eso me pronunciaría. Jorge Rodríguez tampoco sabía nada, así que todos estábamos en babia. Días después, me llegó la invitación formal a título personal, y entendí que debía contestar esa invitación. Y la respuesta debía ser lo suficientemente comedida, porque, al fin y al cabo, el que a uno lo tomen en cuenta no es para sentirse ofendido, sino mas bien reconocido. Pero integrar una Comisión en los términos que se proponía, no me parecía conveniente para el país, porque ya existen organismos del Estado a los cuales los gobernantes sí tienen que tomar en cuenta. El Estado ya tiene el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Lo mejor sería que el Estado reorganice ese Consejo que está inconstitucionalmente integrado, mal constituido, porque la Constitución establece que deberán ser representantes de la sociedad civil. Y los que integran este Consejo de Participación Ciudadana no representan a nadie de la sociedad civil, tanto que ninguno de ellos puede decir “a mí me designó el sindicato tal, o tal universidad”.

Usted apuntó al meollo de la cuestionada institucionalidad que rige en el país. De ese Consejo de Participación Ciudadana han nacido el Contralor, el Fiscal, las autoridades de control…y usted hasta les pidió la renuncia a sus miembros. ¿Por qué?

Porque el Presidente de la República tampoco puede cancelarlos, pero sí puede pedir a los compañeros de su partido que lo ayuden a gobernar bien. Y una forma de gobernar bien, sería desintegrar los organismos que dejó Correa mal integrados y volverlos a integrar de acuerdo a lo que dice la Constitución y las leyes, lo cual será una muestra que si se quiere enmendar los disparates que hizo Correa.

Es decir, usted no está en la posición de desaparecer al Consejo de Participación, sino de una nueva conformación.

Claro. Siempre estuve en contra que este Consejo de Participación tenga facultades para designar funcionarios porque eso es darle poder. Y si a un órgano le da poder, se corre el riesgo de que este órgano, que tenía que controlar el poder, deje de controlarlo porque ya forma parte de él. Por eso, la Constitución del 98 crea un organismo de este tipo, pero de la sociedad civil y sin ninguna atribución de poder, pero sí con la atribución de controlar. Esa es la diferencia con la Constitución del 2008, que crea este Consejo. Vigilar y controlar es la facultad de los ciudadanos, nosotros tenemos derecho a saber lo que está haciendo el presidente de la República, pedirle las razones que ha tenido para tomar las decisiones que ha tomado, porque a los ciudadanos nos benefician o perjudican esas decisiones. Por eso nuestra Comisión, que es de la sociedad civil, ejerce únicamente ese derecho que está contemplado a favor de los ciudadanos en la Constitución. El problema actual es que Correa pervirtió las instituciones. La forma de designar era a gusto de él y el poder político no puede hacer las cosas a su gusto, sino al gusto del pueblo.

“¿Qué pensarán ahora los que votaron por el binomio de Correa? Deben estar avergonzados y se preguntarán cómo les hicieron votar por estos candidatos que parece van a estar involucrados en Odebrecht y en otros casos”

De todas formas, que el presidente Moreno lo haya llamado a formar parte de su Frente de Transparencia, terminó siendo un espaldarazo al trabajo que realiza usted y sus demás compañeros en la Comisión Anticorrupción. Todo lo contrario que hizo Correa, que siempre los descalificó. Ahora tendrán un poco más de fuerza sus denuncias.

Y el trabajo de la Comisión no es mi trabajo, es el trabajo de todos sus miembros y así tiene que ser reconocido. La sociedad así lo ha hecho con su respaldo en forma abrumadora y eso nos obliga más. Ahora, si el gobierno organiza una Comisión en acuerdo con la sociedad, nosotros estamos sobrando. Eso haría un gobierno honesto, que es lo que le importa al país, tener unos mandatarios honestos. Mire usted, ¿qué pensarán ahora los que votaron por el binomio de Correa? Deben estar avergonzados y se preguntarán cómo les hicieron votar por estos candidatos que parece van a estar involucrados en Odebrecht y en otros casos. Y Correa dijo que eran los mejores. ¿No habrá tenido Correa unos amiguitos mejores que no estén embarcados en esto? ¿O es que él era parte de la pandilla también? Se pone en entredicho hasta el nombre de Correa y mire lo grave que es para un país que un presidente sea objeto de sospechas por su mala selección de amigos. Si hasta para invitar a una fiesta, yo selecciono a quien invito. Por eso es duro seleccionar personas para integrar un gobierno, una tarea bien difícil para lo que se necesita madurez psicológica, rectitud de conciencia y responsabilidad social. Por eso le digo al presidente Moreno en la carta en la que me excuso, que hagamos una distensión, que los ecuatorianos nos pongamos de acuerdo por lo menos en que los que tienen poder político, los gobernantes, responden al pueblo que es el beneficiado o perjudicado de sus actos de poder. El pueblo tiene derecho a juzgarle, a opinar sobre eso, no sobre su vida privada. Inclusive a expresarle su desacuerdo en términos que no le gusten al autor de esas decisiones.

Ese es el escrutinio público.

Exacto, hasta con excesos. Así se opina en todo el mundo. No sé como Correa pudo vivir en Europa, en donde eso es normal. Estos son temas que ni se discuten en Europa, ni siquiera en Estados Unidos: los actos del poder público, en cuanto poder público, son actos de interés general, y por consiguiente, la generalidad de los habitantes del país tienen derecho a estar informados y tienen derecho a opinar sobre esos actos aún en términos que le desagrade al autor de esos actos.

¿Y a usted que le parece que en la instalación de ese Frente de Transparencia creado por Lenin Moreno, haya estado presente Jorge Glas, cuyo tío ese mismo día estaba preso en su casa, señalado por la Fiscalía de haber recibido USD 13 millones en el caso Odebrecht?

Eso es algo sorprendente. La prensa local ha tomado datos de informes de la prensa de Brasil y dice que el tío de Glas recibe esas coimas porque puede conseguir de un pariente los contratos, motivo de las coimas. ¿Qué otro pariente del tío está en el poder y con influencia? Desgraciadamente, hasta ahora, yo no conozco otro que no sea el Vicepresidente Glas. Y si no hay más que un solo pariente, y se dice que el tío recibía esa comisión porque conseguía contratos gracias a su influencia con un pariente, caramba, eso ya es grave.

¿Sería eso motivo suficiente para que el vicepresidente sea investigado?

Por supuesto. Por la Fiscalía y por la misma Asamblea Nacional. Desgraciadamente, la Asamblea ha perdido toda credibilidad en el país. Pobres asambleístas. Ya era un cargo fregado ser diputado en el pasado, creían que uno puede hacer todo y no se podía hacer mayor cosa, y más, pero el problema ahora es que en diez años el legislativo no ejerció ningún acto de fiscalización ante la conciencia del país. Ciertamente, que hubo abusos en el pasado, pero hasta esos abusos sirvieron para inhibir el delito, porque los funcionarios no querían terminar en el Congreso. Y la actual Asamblea, en diez años, no encuentran ningún culpable. Y ese fiscal general que hubo, tampoco encontró nada…que pena.

Para la mayoría de AP de la Asamblea, que el tío de Glas esté involucrado no amerita un llamado a comparecer. ¿Qué más hace falta?

Mire usted, la mayoría de los asambleístas fueron elegidos en la lista de Correa. Y fueron elegidos gracias a la popularidad de Correa. Mire lo grave que es para Correa haber conseguido una mayoría que ya suscita sospechas en el país. ¿Por qué no llaman a los que parecen medianamente comprometidos en esta corrupción de Odebrecht? Caramba, que gobierno hemos tenido. Qué vergüenza debe tener el país de tener gobernantes que engañen al pueblo y que inviten al pueblo a elegir gente que, o tiene recelo de la verdad, o tiene miedo de la verdad. Y tienen miedo por los compromisos que pueden tener. Este rato al país le toca que los funcionarios se despojen de su poder y se sometan a los organismos independientes para que examinen sus conductas y los juzguen, para desvanecer toda sospecha. Lo grave del país es que la sospecha va acumulándose con el tiempo. ¿Qué decían en el tiempo de Correa? Que se roba, sí, pero que siempre se ha robado. ¿Y en el pasado hubo encubrimientos o los jueces juzgaron? Hasta a Febres Cordero lo juzgó la Corte Suprema. Y esa Corte de izquierda integrada por gente de altísima calidad, tanto intelectual como moral, le absolvieron a Febres Cordero. Los febrescorderistas deberían estar contentos porque su líder fue absuelto por un órgano independiente integrado por personas honorables.

“Hasta a Febres Cordero lo juzgó la Corte Suprema. Y esa Corte de izquierda integrada por gente de altísima calidad, tanto intelectual como moral, lo absolvió a Febres Cordero. Los febrescorderistas deberían estar contentos porque su líder fue absuelto por un órgano independiente”

¿Dónde están ahora esos órganos independientes? ¿Me podrá mencionar uno?

Eso es triste. Esto está tan extendido. Por donde quiera que usted vea encuentra lo mismo.

¿Ante esta crítica situación, casi de bloqueo, no cabe pedir la ayuda internacional que Lenin Moreno la viene anunciando hace algún tiempo, a organismos como las Naciones Unidas? ¿Es viable esa opción? Tal vez que se instale una Comisión contra la impunidad similar a la que funciona en Guatemala, en donde ya se ven resultados. Allí está preso un ex presidente, Otto Pérez Molina.

No está mal que se acuda a la asistencia internacional, pero la asistencia internacional no es sino solo eso, asistencia. Este trabajo tiene que hacerlo el país y tiene que hacerlo a través de los órganos del país. Y tenemos que hacerlo los ecuatorianos. Ciertamente, habría que reorganizar lentamente las instituciones, esto no va a ser de la noche a la mañana, pero de aquí a unos cuantos meses, sí es posible que tengamos desmantelado el correísmo y sustituido por gente independiente, gente que pueda decir que no tiene ningún compromiso ni con el gobierno de Correa ni con el gobierno actual que se encuentra en el poder. Repito, es muy buena la asistencia internacional pero este trabajo tenemos que hacerlo los ecuatorianos y con ecuatorianos.

En Guatemala ha funcionado como asistencia, efectivamente. Pero de todas maneras ha impuesto respeto, una veeduría y esas autoridades guatemaltecas saben que están siendo observadas, que ya no pueden hacer lo que estuvieron acostumbradas a hacer. Y eso ya es un cambio.

Es importante, pero también se necesita cierta sensibilidad del país. Mire usted, las Naciones Unidas ya nos asistieron para reorganizar la Corte Suprema de Justicia, la que fue desintegrada en el gobierno de Lucio Gutiérrez y nos quedamos sin Corte Suprema. Vinieron las Naciones Unidas, integraron una Corte que si bien no era perfecta, satisfacía al pueblo ecuatoriano, allí estaban de los mejores abogados y sin embargo mire lo que hicieron después, la vetaron. Y era un órgano integrado con la asistencia de las Naciones Unidas, cuya opinión fue desestimada porque les dio la gana. Ahora mismo, las Naciones Unidas ha dicho que no hay independencia en la Función Judicial del Ecuador y aquí respondieron que no, que ese Comité de las Naciones Unidas está mal informado, que no es cierto, que están equivocados los de las Naciones Unidas y que en Ecuador estamos conformes, que sí hay independencia de la justicia. Y ha venido asistencia internacional a vigilar las elecciones pero no se compuso el Consejo Nacional Electoral, más bien quedó la sospecha de que los resultados electorales no fueron legítimos. Por eso repito: el trabajo tenemos que hacerlo los ecuatorianos. Para empezar, los integrantes del Consejo Nacional Electoral deberían renunciar, que digan que si hay sospechas a su integridad se van, y que vengan otros.

“No está mal que se acuda a la asistencia internacional, pero la asistencia internacional no es sino solo eso, asistencia. Este trabajo tiene que hacerlo el país y tiene que hacerlo a través de los órganos del país. Y tenemos que hacerlo los ecuatorianos”

Eso que sugiere usted parece un acto surrealista. Que autoridades presenten sus renuncias por las sospechas en su contra, no ocurre en Ecuador. Eso ya no se ve.

Pero antes se daban. Hubo Contralores íntegros y menciono a Víctor Hugo Bayas, que hasta el mismo gobierno que lo nombró le tenía miedo. Otro fue el doctor Hugo Ordóñez Espinosa, Contralores que hasta ahora se los recuerda porque eran íntegros y en ellos se podía confiar. No se trata de a qué partido político pertenezca, se trata de su integridad. No había que ser placista para confiar en la integridad de Galo Plaza, otro ejemplo. ¿No podemos encontrar ahora tres, cinco ciudadanos con esa integridad? Yo creo que sí los hay.

¿Y quién debería convocar a estos ciudadanos íntegros?

El que actualmente tiene más fuerza para hacer esta convocatoria es el presidente. El presidente debería acudir a estos ciudadanos, no por su ideología sino por su integridad. Eso es lo que debemos buscar para integrar estos organismos, para generar confianza.

Usted ha mencionado nombres de anteriores Contralores a los que destaca por su integridad, pero resulta que ahora el actual Contralor Carlos Pólit está bajo sospecha, señalado de formar parte de la trama de corrupción de Odebrecht.

No me haga hablar de este hombre porque puedo estar con mi ánimo en su contra, resentido, y mi juicio ser injusto con él. Dejemos que le juzgue el país, que yo creo que ya lo tiene juzgado.

Ahora, mucho de lo que usted ha mencionado como posición del Ecuador ante organismos como las Naciones Unidas, ocurrió en el gobierno de Correa. Lenin Moreno ha ofrecido otro estilo, incluso a nivel internacional. Eso es lo que se espera.

El presidente Moreno, con los pronunciamientos sensatos que ha hecho en los primeros días de su gobierno, en gran parte ha adquirido la legitimidad de la que carecía antes de estos pronunciamientos, porque la gente dudaba si había sido elegido o no por el pueblo. De eso, ahora ya nadie se ocupa. Moreno tiene la oportunidad de ir acentuando esa legitimación con sus actos posteriores, ya no solo con sus pronunciamientos sino que tiene que ir avanzando.

“Le conviene a él (Glas) renunciar para que su nombre no siga expuesto y los que no lo quieren le sigan sacando sus debilidades”

¿Usted estaría dispuesto a ir más allá del trabajo que cumple en la Comisión Anticorrupción y aceptar, por ejemplo, responsabilidades en la Contraloría o en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social?

Que Dios me ayude a responder tan difícil pregunta. Todo lo que sea en bien del país, estoy dispuesto a hacerlo, aunque no necesariamente en una función pública.

¿Cree que puede haber un cambio de rumbo respecto al castigo de la corrupción y terminar con la impunidad en este gobierno? ¿Mantiene esa esperanza?

Es bien difícil, pero sí es posible. Yo hago votos para que eso que es posible, el presidente Moreno lo haga real. De eso se beneficiará todo el Ecuador.

¿Y si usted fuera el presidente de la República y tuviera como Vicepresidente a Jorge Glas, le pediría que renuncie?

Si fuera mi amigo, sí. Si fuera un vicepresidente impuesto, no podría hacer eso. Si fuera mi amigo le diría: “mira, te conviene a ti y me conviene a mí”. Y hay que decirle eso en la práctica, en la realidad. Le conviene a él y nos conviene a nosotros. Le conviene a él para que su nombre no siga expuesto y los que no lo quieren le sigan sacando sus debilidades. Y quedaría bien con ese acto de renunciamiento.

Fuente: Marlon Puertas - Focus



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