Jorge Glas Viejó debería ser de los más buscados

“Aquí sigo en pie, no quiero desmayar por mi hija...”, dice la madre que el pasado 28 de septiembre llevó a la Fiscalía del Guayas a Jorge Glas Viejó tras denunciarlo porque supuestamente había ultrajado a su hija de 13 años, que está grávida.

Ese día Glas Viejó, quien decía que era director del centro educativo Hans Christian Andersen, acudió a la Fiscalía a dar su versión, pero enseguida fue liberado porque ¬según las autoridades¬ su caso “no calificaba como delito flagrante”.

“Esto es muy duro, yo veo que otros profesores que han sido denunciados hasta solo por haber dizque tocado a sus alumnas se quedan presos, pero a ese viejo morboso que ha dañado la vida de mi hija y mi familia lo dejaron escapar. Ese día me mandaron a conseguir una boleta de captura, ya cuando me la dieron él había escapado”, recuerda y ¬dice¬ ese mismo día recibió la noticia (de Glas) de que sus hijos eran expulsados.

Días después, la Dirección de Estudios, que intervino el plantel denunció que Glas no consta como director en el archivo maestro, indicó que la madre había sido informada de que sus hijos vayan a clases.

“Eso es una mentira, jamás me han dicho nada. Pero la verdad tampoco quisiera que mis hijos sean mal vistos por otros alumnos o por sus maestros”, dice la madre, quien comenta que al momento está buscando al menos una escuela para el más pequeño, de 8 años, pero le cuesta $ 15 el mes y no tiene.

Cuando denunció la violación, la mujer también perdió su empleo, pues laboraba en el bar de esa escuela; por eso confiaba cuando el supuesto violador, padre del ministro coordinador de Asuntos Estratégicos, Jorge Glas Espinel, salía con su hija a supuestos chequeos médicos por un problema visual.

Reacción: Afectada
N.N
MADRE DENUNCIANTE
“Ese hombre (Glas Viejó) destruyó mi vida; mi hija con esa barriga (grávida) nunca más ha ido a clases desde que la expulsó, ni su hermano tampoco. No entiendo por qué no es ‘más buscado’ por la Policía”.