El "no" femenino

El sábado me dio vergüenza ajena. La celebración desmesurada que trastocó en el desconcierto fue el resultado del bumerán lanzado por Carondelet, que le rebotó con todo el peso de la realidad. Confiar en los resultados del exit poll confirmaba la percepción que Rafael Correa (RC) tenía del Ecuador: el del dos a uno, el de la imbatibilidad de la revolución ciudadana, el de la fe ciega en la política de confrontación permanente e infinita, que quería perfeccionar la institucionalidad para volverla inexpugnable en su ansia de presentar y mantener una verdad absoluta, incuestionable. Súbitamente tuvo que recular, cuando las cifras dieron cuenta de que esa lectura -la hasta ese momento única, verdadera- no era tan cierta. El tránsito entre el anhelo y la realidad debió ser muy duro para RC y su séquito.

Lo que se observa es un país partido en dos. La victoria en la mayoría de preguntas es más estrecha de lo que se pensaba antes de la consulta, dando cuenta del menor respaldo electoral a RC. Totalizando el 60% de las actas escrutadas, el "No" está empatado -no estadísticamente, sino en la realidad- con el "Sí" en las preguntas 4 y 9, el eje central de la consulta. Pero si se suman blancos y nulos, en ninguna de las preguntas el "Sí" se impone con la mitad más uno de los votos, que debería ser la norma para un cambio de la magnitud que se propone.

Si bien la pérdida de apoyos al proyecto revolucionario es evidente, llama la atención un fenómeno que podría denominarse "No" femenino. En las preguntas 1, 2, 6 y 10, el "Sí" gana tanto entre los hombres como entre las mujeres, pero el margen de victoria es mucho mayor entre los hombres. En cambio, en las preguntas 3, 4, 5 y 9, el "No" entre las mujeres es superior al "Sí", ocurriendo lo opuesto entre los hombres, en donde el "Sí" se impone. En las preguntas 3 y 5, la ventaja del "Sí" entre los hombres supera a la que el "No" tiene entre las mujeres. Pero en las preguntas 4 y 9, el empate -o circunstancial y apretadísima ventaja del "No"- se sostiene por el voto femenino. Si llegara a ocurrir un triunfo del "No" en esas preguntas, sería por un "No" femenino.

¿Por qué se origina este fenómeno? Creo que una hipótesis podría ser que el desgaste del tipo de política confrontacional de RC, si bien se ha dado a nivel del electorado en general, es mayor entre las mujeres. El estilo de RC -el del macho que se pelea con todos en todo momento- llega a agotar al electorado pero sobre todo a las mujeres, que tienen un cariz más conciliador, abierto al diálogo y a los acuerdos, tal como evidenció Michelle Bachelet y lo muestra Dilma Rousseff. Las mujeres también son menos propensas al riesgo, en promedio. Es por eso que el triunfo del "Sí" en la pregunta 7 (sobre los casinos) se da entre las mujeres, mientras que entre los hombres hay un empate. El ánimo de conflicto y la carta abierta para hacer lo que se quiera, tuvo una advertencia con aroma de mujer.
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