El piloto al que Correa le regaló una aerolínea.

El piloto al que Correa le regaló una aerolínea.
Publicado el: 04/09/2021
OPINIÓN | Esteban Saltos Benalcazar.

"Buenos días damas y caballeros, bienvenidos a éste su vuelo de AVIOANDES con destino al camino fácil, su capitán, expiloto personal del prófugo de Bélgica les da la mas cordial bienvenida a bordo y les pide leer detenidamente este artículo que, quizás, le hará recapacitar
en su voto… Gracias".

La decadencia que vive el Ecuador desde hace más de 14 años, comenzó luego de que un grupo criminal, disfrazado de movimiento político, se enraizó en el Estado, abriendo la puerta a un desenfrenado apetito por saquear todo a su paso con la anuencia, lógicamente, del cabecilla, hoy día prófugo de la justicia, Rafael Vicente Correa Delgado.

El beneficio por lo ajeno no le fue esquivo ni siquiera a quien fue su piloto de campaña en el 2006, me refiero a Manuel Guillermo Bernal Serpa.

Bernal Serpa es un oficial retirado del Ejército Ecuatoriano, piloto de helicópteros, que dejó la vida castrense en circunstancias poco claras. Lo conocí por el año 2001, cuando lo contratamos en ICARO como piloto de helicópteros; trabajó apenas un par de semanas ya que tuvo serias falencias para volar un helicóptero con carga externa en la selva ecuatoriana, razón suficiente para que, con la misma celeridad que lo contratamos, le diésemos las gracias por su servicio prestado. Regresó a la ciudad donde residía, Guayaquil. Luego de unos años supe que comenzó a trabajar en una compañía privada como piloto de helicóptero.

Transcurría el año 2006 y el Ecuador se preparaba para celebrar elecciones presidenciales. Había, entre los candidatos, uno desconocido que se vislumbraba como el favorito debido al altísimo descontento hacia la clase política, nada distinto a lo que pasa el día de hoy. A medida que el candidato ganaba popularidad, la empresa privada en general, contribuía con lo que podía. Entre las contribuciones no podía estar exento el servicio de transporte; con vergüenza debo admitir que fuimos parte de ese generoso grupo empresarial que lo apoyó a él y a su comitiva durante los vuelos regulares que efectuábamos hacia distintos puntos del país. Así mismo, hubo otro empresario en Guayaquil, puso a disposición del candidato de sonrisa sardónica, un helicóptero a tiempo completo, el piloto era Bernal.

De allí nació, deduzco, una empatía entre piloto y candidato, claro, con tantas horas juntos, tantos kilómetros volados, Bernal se iba poco a poco ganando la confianza y simpatía del coqueto candidato.

Llegó el día de las elecciones y Correa ganaba la segunda vuelta electoral, convirtiéndose en el futuro expresidente, que años después sería sentenciado por crímenes y corrupción.

Habían transcurrido poquísimos días desde su posesión y la algarabía devino en tragedia; la recientemente nombrada Ministra de Defensa, Guadalupe Larriva, junto a su hija y otros oficiales del Ejército, perecían en un accidente aéreo en la ciudad de Manta. Correa inmediatamente dispuso la conformación de una Junta de investigación del accidente y designó a Bernal Serpa como su delegado personal ante ésta.

Transcurrió el tiempo, y Bernal fue ganando poder en el área en el cual supuestamente se especializaba, la aviación. Correa no dudó en nombrarlo Presidente del Consejo Nacional de Aviación civil del Ecuador (CNAC) y, desde esa palestra, comenzó a dirigir un tipo acomplejado y resentido.

Aprovechándose del cargo, Bernal no vaciló ni un minuto en materializar lo que, tan solo en sus húmedos sueños podría haberlo hecho; constituir una compañía de aviación. Sedujo entonces a dos individuos de escasa moral, ambos empleados de confianza en ICARO. Los invitó a ser socios a cambio de que sustrajeran los manuales de operación de ICARO para plagiarlos y validarlos ante la autoridad aeronáutica que Bernal mismo presidía. Se olvidaron, sin embargo, de cambiar hasta el logotipo, cosa que poco le importó al Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual cuando fue presentada la denuncia respectiva.

Así, facilito, como en el país de Manuelito, se constituyó AVIOANDES un 5 de Diciembre del 2007, con 5 accionistas, entre ellos Pablo Patricio Paladines Serpa(testaferro?), quien años después transfirió sus acciones a Bernal, cuando éste último ya no ocupaba cargo alguno en el gobierno.

La historia posterior de ICARO la contaré en otra ocasión, sin embargo, la de AVIOANDES sigue vivita y coleando alto. Hoy operan aviones y helicópteros. Quizás, incluso usted apreciado lector, ha contribuido ya, ingenuamente, en alimentar lo mal habido y lo mal nacido.

Ojalá llegue un gobierno decente, que devuelva la confianza para hacer empresa de forma honesta, que castigue a todos estos malos funcionarios que han abusado de sus transitorios nombramientos, traficando influencias en beneficio personal, estampa única de estos falsos revolucionarios.

Que disfruten su vuelo y que voten bien …

Esteban Saltos Benalcazar

Foto: Ministerio de Defensa.
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