El canal del fútbol: ¿Se viene la grondonización?

La decisión de que la Ecuafútbol negocie en nombre de los clubes los derechos de TV de la Serie A ha generado un terremoto en la estructura del balompié. Luego de que el Twitter ha sido depositario de los más variados comentarios, es momento de unas primeras reflexiones: 1. Muchos sospechan que el Gobierno Nacional está detrás de este cambio pues su afán de coparlo todo con la altiva y soberana sombra del máximo líder no tiene fin. Pero, ¿en realidad el Gobierno necesita controlar al fútbol mediante un canal que centralice las transmisiones de la Serie A? No. Hace rato que Alianza País controla al fútbol. Los cotejos, incluso los del Mundial 2010, han estado saturados de comerciales del oficialismo en todos los canales, públicos o privados. Los locutores de televisión han llegado al colmo de pronunciar frases como “el marcador Presidencia de la República es…” durante las transmisiones, como si la Majestad del Ejecutivo fuese igual a la de un aceite de cocina o de un detergente. En la radio también han abundado las propagandas del poder político. Barcelona, el equipo más popular, ya tenía contrato con los canales incautados por el Estado. Correa almuerza con la Selección y con los equipos más grandes cuando quiere. ¿De verdad necesita más control? ¿Para qué? En todo caso, el ministro del Deporte, José Francisco Cevallos (un ex futbolista, para acentuar el tinte verde limón de nuestro balomopié) aclaró que el Gobierno no tiene relación alguna con esta del canal. 2. También hay el temor de que Alianza País se está mirando en el espejo argentino, cuyo Gobierno se convirtió en el principal patrocinador del torneo local para conseguir tres cosas: sacar al grupo opositor Clarín del negocio del fútbol, pasar los cotejos por señal abierta (durante 20 años solo se los podía ver por cable) y dar un notable signo de fuerza. Pero en Ecuador el fútbol siempre ha estado en señal abierta, o sea, ya era de todos; Teleamazonas no puede calificarse como un canal opositor de amplia influencia (no desde que salió JO y cambió la composición accionaria) y es claro que el público no tiene ninguna duda de la fuerza del Régimen. ¿Era necesario que el Gobierno se arriesgara a ganarse la animadversión de hinchadas grandes como la canaria y la alba en un año pre-electoral solo por obtener el control de un ámbito en que era el rey absoluto? Claro que no, a menos que otros cálculos generen estos pasos tan arriesgados para la popularidad del Régimen. Quizás se quiera minar la influencia de ciertos dirigentes que no son gobiernistas, pero eso ya es ser muy mal pensado. La cosa no va por ahí. 3. ¿Por qué se piensa que, pese al desmentido de Cevallos, el Gobierno controlará el canal del fútbol? Porque, aparte de los canales públicos, no existe una estación televisora con el suficiente dinero para ganar la licitación de toda la Serie A. Después de todo, mientras el petróleo tenga un precio alto, Papá Estado puede abrir el grifo y evitar que los pobrecitos ecuatorianos se queden sin fútbol. Por supuesto, también es posible que una estación de cable internacional pueda ofrecer un monto razonable, pero esto sacaría al fútbol de la TV abierta: mala idea en época de elecciones. El foco más bien hay que apuntarlo a una empresa de nombre Digital Plus, de José Gabriel ‘Chino’ Pérez y que ya se congratuló vía Twitter por este cambio en los derechos. 4. Luis Chiriboga siempre quiso que un canal centralizara las transmisiones. Ya lo intentó una vez y fracasó. En el año 2004, el presidente de la Ecuafútbol intentó imponer un canal controlado por la firma Full Play para pasar los cotejos por televisión pagada (o sea, todo lo contrario al lema “el fútbol ya es de todos”) e incluso la Ecuafútbol recibió dinero por adelantado; pero todo se derrumbó por la presión de Liga de Quito y Barcelona Sporting Club, la Defensoría del Pueblo y el Congreso Nacional. Chiriboga, político al fin y al cabo, ha esperado el momento preciso para volver con la idea del canal. Esta vez, el proceso ha sido muy hábil. Primero, se hizo aparentar que la idea del canal es de los clubes de Tungurahua y que no hay tal canal, sino un nuevo enfoque en el negocio de los derechos de TV. Luego, se hizo aprobar esta idea en el Congreso por la vía democrática para darle un barniz de legitimidad al asunto, a pesar de la superficialidad de la ponencia de los ambateños y de cierto surrealismo, como que Cotopaxi defienda ardorosamente este proyecto sin un solo equipo en Primera A. Tercero, todavía no hay una empresa designada sino que primero habrá una licitación, algo que le da un toque de legalidad al proceso (en el 2004, Full Play fue designada sin concurso público, lo cual generó más escándalo y fue decisivo para su fracaso). Finalmente, una Comisión estará a cargo de elaborar las bases para la licitación, con lo cual se aparenta apertura e inclusión. Chiriboga demostró, una vez más, que su cintura es la mejor. 5. ¿Qué se viene? El panorama es gris. Primero, se perderá el tiempo con debates sobre la legalidad de este cambio, con discusiones sobre los monopolios y el derecho a la libre contratación, muy educativos pero estériles. También se hablará de lo injusto que resulta que una asociación como Santa Elena, sin equipos en la Serie A, tome partido en el destino del dinero que consiguen los clubes grandes gracias a su éxito deportivo y/o en mercadeo. Indemnizar a los canales por rupturas de contratos no debería ser un problema si la Ecuafútbol se hace cargo de esos pagos. Todo será bizantino, pues en el fondo este plan será detenido únicamente si una fuerza mayor se para al frente y dice “no”. ¿Y qué fuerza es esa? Puede ser el mismo Gobierno, que manifieste su oposición al proyecto y defienda el derecho de los clubes, que a la final son los dueños de la fiesta del fútbol, a decidir qué canal transmita sus cotejos. Puede ser la hinchada, con plantones y actos organizados que vayan más allá del mensajito en Twitter. O pueden ser los mismos clubes grandes, que se rebelen y prefieran organizar su propio torneo (¿qué genera más taquilla, el duelo Barcelona-Liga o el ‘clásico’ entre Deportivo Quevedo y Grecia?). Mejor aún, los clubes, unidos en una histórica alianza jurídica, podrían derrotar a Chiriboga en las cortes y hacerle entender que no preside una cooperativa de camioneros sino una asociación. Pero, ¿esa unidad será posible? 6. Eso sí, es verdad que en casi toda América Latina, los torneos locales son monopolizados por un solo canal. Pero Ecuador era un ejemplo de cierta democratización en las transmisiones con el imperio de la oferta y la demanda. Aucas, que mantiene una hinchada numerosa, no logró vender sus derechos de TV del 2011 por su fracaso deportivo que lo mantiene en una categoría poco comercial. Los derechos de Barcelona Sporting Club, en cambio, cuestan USD 1 millón y medio por su poder de convocatoria. Poner un precio a toda la Serie A para repartir dinero a todos los clubes es injusto, pues castiga a los exitosos por ayudar a los que no hacen bien las cosas. Además, el poder de repartir recursos siempre garantiza fidelidad: ¿la cúpula de la Ecuafútbol busca, a la larga, perpetuarse más años en el poder con un reparto estable que sea recompensado con votos? ¿Esto es un paso más de la grondonización de nuestro fútbol? 7. Resulta llamativo que Independiente del Valle haya dado la espalda a sus colegas de Pichincha, y que Rocafuerte, River Plate y Ferroviarios hayan votado en contra de Barcelona y Emelec, sus compañeros de Asoguayas. ¿Qué pasa en las dos asociaciones más importantes del país? 8. ¿Quién tiene la culpa de todo esto? Los dirigentes. Cada enero, aplauden los informes de Chiriboga como si estuvieran en una corte del imperio otomano. El viernes mismo, antes de que se armara la polémica, el informe del presidente de la Ecuafútbol fue aprobado por aplausos generosos. Además, se batió palmas por la novedad de que Chiriboga integrará el Comité Organizador del Mundial 2014, en lugar se pedir explicaciones por estar demasiado cerca de la cúpula de la FIFA, vapuleada en Europa por sospechas de corrupción. En enero del 2011, Chiriboga fue reelegido con votos de aplauso. Quizás ya sea hora de ser menos ovinos y más profesionales.

http://www.elcomercio.com/deportes/canal-futbol-viene-grondonizacion_0_623337671.html.
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