Ecuador: Guerra contra el terrorismo urbano
OPINIÓN | MSc. Crnl. Mario Pazmiño.
El accionar de los diferentes grupos delictivos en el Ecuador se potencializó por la inacción del Estado y de la sociedad. Esto no solo ha significado el incremento paulatino de la violencia y la criminalidad, sino la penetración de las estructuras estatales y la consolidación de su presencia en espacios territoriales (santuarios), en donde se ejerce una gobernanza criminal.
Sin duda, el presidente Noboa dio un giro a esa inacción de los anteriores gobiernos y decidió enfrentar al crimen organizado, que estaba ya disputando el control con las mismas estructuras estatales. Mediante Decreto Ejecutivo N° 111 declaró un Conflicto Armado Interno y declaró objetivos militares a 23 organizaciones terroristas.
Durante el estado de guerra interno se han desarrollado, por parte de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, 31539 operativos, en donde se han arrestado a 2763 personas. De ellas, 158 han sido procesadas como terroristas. La sociedad ecuatoriana respalda el accionar de la Fuerza Pública en su lucha por restablecer los niveles de seguridad que tanto se requieren.
Sin embargo, en el futuro inmediato, se prevé un incremento de las acciones terroristas, en respuesta a la acción decidida de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Los objetivos que buscarán serán los que creen caos, temor e incertidumbre. El impacto mediático que provocarán lo utilizarán para posicionarse en los medios nacionales e internacionales.
Los principales objetivos que atacarán los delincuentes terroristas serán: funcionarios gubernamentales, miembros de Fuerza Pública, instalaciones policiales y/o militares, infraestructura crítica, centros educativos, hospitales, lugares de concurrencia masiva, empresas, sistema financiero, gasolineras. Es altamente probable que estos ataques incluyan coches-bombas o la colocación de artefactos explosivos.
El Estado ecuatoriano tiene que estar consciente que esta lucha es prolongada y que una de las mejores herramientas para enfrentar y vencer a las organizaciones delictivas es el respaldo de su pueblo y la decisión firme del gobierno de enfrentarlas.
El accionar de los diferentes grupos delictivos en el Ecuador se potencializó por la inacción del Estado y de la sociedad. Esto no solo ha significado el incremento paulatino de la violencia y la criminalidad, sino la penetración de las estructuras estatales y la consolidación de su presencia en espacios territoriales (santuarios), en donde se ejerce una gobernanza criminal.
Sin duda, el presidente Noboa dio un giro a esa inacción de los anteriores gobiernos y decidió enfrentar al crimen organizado, que estaba ya disputando el control con las mismas estructuras estatales. Mediante Decreto Ejecutivo N° 111 declaró un Conflicto Armado Interno y declaró objetivos militares a 23 organizaciones terroristas.
Durante el estado de guerra interno se han desarrollado, por parte de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, 31539 operativos, en donde se han arrestado a 2763 personas. De ellas, 158 han sido procesadas como terroristas. La sociedad ecuatoriana respalda el accionar de la Fuerza Pública en su lucha por restablecer los niveles de seguridad que tanto se requieren.
Sin embargo, en el futuro inmediato, se prevé un incremento de las acciones terroristas, en respuesta a la acción decidida de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Los objetivos que buscarán serán los que creen caos, temor e incertidumbre. El impacto mediático que provocarán lo utilizarán para posicionarse en los medios nacionales e internacionales.
Los principales objetivos que atacarán los delincuentes terroristas serán: funcionarios gubernamentales, miembros de Fuerza Pública, instalaciones policiales y/o militares, infraestructura crítica, centros educativos, hospitales, lugares de concurrencia masiva, empresas, sistema financiero, gasolineras. Es altamente probable que estos ataques incluyan coches-bombas o la colocación de artefactos explosivos.
El Estado ecuatoriano tiene que estar consciente que esta lucha es prolongada y que una de las mejores herramientas para enfrentar y vencer a las organizaciones delictivas es el respaldo de su pueblo y la decisión firme del gobierno de enfrentarlas.
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