¿Con qué nos encontramos?

Los días pasan demasiado rápido, así como ha pasado el primer año de gobierno del presidente Lasso; durante este corto tiempo, se ha evidenciado que el trabajo y el interés por parte del Ejecutivo no han faltado para rescatar el país que la “Revolución Ciudadana” nos dejó.

Sin embargo, el presidente Lasso, se ha rodeado de un equipo que pone en juego día a día su imagen, y, sobre lo dicho muchos coinciden sabiendo que la culpa no es de quien está a la cabeza, sino de sus colaboradores.

Los últimos tiempos, entre paros, visitas al extranjero, mesas fallidas y demás, sirvieron para conocer quiénes son los funcionarios únicamente de pantalla y no de servicio, ya que se han dedicado a funciones de mercaderes, olvidando lo que posiblemente el Primer Mandatario les encomendó. A pesar de los escándalos y el evidente estancamiento de las carteras de Estado, mismas que presiden ciudadanos (entre nuevos y reciclados) con alto conocimiento en trueque, finanzas personales y encuentros de interés empresarial, el presidente Guillermo Lasso, sorprendentemente mantiene a este personal con augurios. Omitiendo a quienes seguramente ayudarían con una solución, como ayudaron en la campaña de la victoria presidencial.

Nos ofrecieron un encuentro con el cambio que todos anhelamos para superar la triste década perdida. Pero únicamente nos encontramos con una especie de club privado de amigos, siendo lo que justamente el Ecuador no requiere en los duros momentos que atraviesa, lleno de delincuencia, hambre, crisis en la salud, en la infraestructura vial y muchas otras áreas.

Al asumir una gran responsabilidad como es manejar un país, lo primero que se debe pensar, es en optar por personas probas, con experiencia en el campo, no novatos que salgan a buscar inversiones y regresen sólo con fotos, inseguros en cargos de seguridad, o empresarios que expliquen la economía del Ecuador con dos vasos de agua. Queremos un país seguro en donde todos nos podamos desarrollar sin temor a que algo nos suceda, con una Policía que proteja y no mate, con ministros que gobiernen y no solamente se paseen, con asesores del presidente que sepan de política y no de ventas. No podemos sobrevivir con adictos al gasto público sin fondos, a los ciudadanos no se le puede mentir sobre renegociaciones cuando solamente se da una liberación de garantías.

Pero, aún estamos a tiempo de corregir, de encontrarnos, para hacer realidad la maravillosa frase “Sin corrupción la plata alcanza”, ¿Qué espera Presidente para darle la vuelta a la situación?, hay que gobernar y no dejar que otros le gobiernen, para fantasmas ya es suficientes, queremos patriotas que le ayuden, siendo su interés el amor a la patria. El Ecuador está dispuesto a apoyar, pero si le tocan, su rebeldía puede volver a despertar.
Recordemos que a cada paso que damos en todo lugar, dejamos nuestra huella ¿Cuál es la suya Presidente?