Demanda de paternidad contra Vinicio Alvarado

El secretario de la Administración Pública, Vinicio Alvarado Espinel, tendrá que afrontar a corto plazo una demanda de investigación de paternidad de un hijo que habría tenido hace 29 años con una empleada doméstica en la provincia de Los Ríos. La queja tendrá que ser resuelta por el Juzgado Décimo Primero de lo Civil de Pichincha.

La demanda de paternidad fue planteada por el jornalero Vinicio Humberto Zambrano Morán, de 29 años de edad, que cuenta con el auspicio del Colegio de Abogados del Guayas. Este trabajador narra que hace aproximadamente 40 años su madre ingresó a laborar como empleada doméstica en la casa de Humberto Alvarado, padre de Vinicio Alvarado Espinel, hasta que el ahora Secretario de la Administración Pública, cuando tenía aproximadamente unos 22 años de edad, mantuvo relaciones sexuales con su madre y vivió en estado de concubinato notorio, en la ciudad de Quevedo, provincia de Los Ríos.

Siempre se supo

Asegura también que como consecuencia de dichas relaciones, su madre quedó embarazada, estado del cual se desprende su existencia actual, siendo que, como había sido despedida de su trabajo por el padre de Vinicio Alvarado Espinel, apenas les contó a sus patrones que estaba en estado de gestación y se vio obligada por su condición de mujer pobre y humilde, a inscribirle en el Registro Civil únicamente con sus apellidos, según consta en su partida de nacimiento.

El demandante asegura que Vinicio Alvarado Espinel siempre conoció de su existencia, tanto es así que su medio hermano, Humberto Alvarado Correa, “un hombre de gran sensibilidad humana”, en todo momento le ayudó para poder subsistir y nunca le ha dejado de reconocer como su sobrino.

El ADN

Narra también que Alvarado Correa intercedió ante el ahora Secretario de la Administración Pública para que lo recibiera en Quito y se percatara del parecido físico que mantenían, ante lo cual recibió como respuesta, vía mensaje de texto, que si estaba dispuesto a realizarse una prueba de ADN, lo cual fue aceptado de inmediato, pero que desde esa fecha, hace unos tres años aproximadamente, no volvió a saber de él.

Una ayuda que no llegó

Vinicio Zambrano dice que pese a su condición de jornalero que vive en la más ignominiosa miseria, no busca dinero ni poder de su padre, sino tan solo su apellido. Agrega que en varias oportunidades le pidió ayuda para poder continuar sus estudios, pero que nunca se sensibilizó.

Pide que en sentencia se declare que Vinicio Alvardo Espinel es su padre y que dicha fallo se la inscriba en el Registro Civil respetivo, al margen de su partida de nacimiento.

También reclama el pago de costas procesales y honorarios de sus abogados patrocinadores, lo que será donado al Instituto Nacional del Niño y la Familia, para que se pueda ayudar a los niños que han sido abandonados.
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