Traición y estrategia permitieron muerte de líder Farc en Colombia

"A Jojoy lo entregó su gente", afirmó Rodrigo Rivera, ministro de Defensa de ese país, quien insistió en que la guerrilla se desintegra por el cansancio ante la presión de las Fuerzas Armadadas.


La traición de algunos de sus hombres de confianza, atraídos por una millonaria recompensa y una labor de inteligencia con equipos de alta tecnología fueron decisivos para el éxito de la operación en la que murió el jefe militar de la guerrilla colombiana de las FARC.

El ministro de Defensa colombiano, Rodrigo Rivera, dijo el viernes que la muerte de Jorge Suárez Briceño, más conocido como "El Mono Jojoy", demuestra el desmoronamiento al interior de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"A Jojoy lo entregó su gente", afirmó Rivera, quien insistió en que la guerrilla sufre un proceso de desintegración por el cansancio de sus combatientes ante la presión de las Fuerzas Armadas y las malas condiciones de vida en medio de la selva, que incluyen los maltratos de sus comandantes.

La muerte del "Mono Jojoy" en medio de la llamada "Operación Sodoma" fue considerada por el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos como el golpe más contundente contra las FARC en toda la historia.

Unos 400 efectivos con el apoyo de 25 helicópteros y 30 aviones participaron en la operación iniciada el miércoles con un bombardeo en medio de la selva al campamento del líder guerrillero, ubicado en una zona rural del municipio de La Macarena, en el departamento del Meta, unos 250 kilómetros al sureste de Bogotá.

El Gobierno de Colombia ofrecía una recompensa de 2,7 millones de dólares por información que permitiera ubicar al jefe rebelde, considerado por las Fuerzas Militares como el guerrillero más sanguinario y temido por los campesinos de una extensa región del país.

Largo prontuario
El comandante guerrillero, de 59 años y quien se caracterizaba por usar boina negra, uniforme camuflado y portar siempre un fusil, estaba acusado de dirigir ataques a poblaciones y cuarteles militares, de asesinatos, masacres y secuestros durante el largo conflicto interno. Controlaba las zonas de las FARC en el este y sur del país.

En su contra figuraban 60 órdenes de captura, 12 medidas de aseguramiento, cinco condenas y 25 investigaciones por los delitos de rebelión, homicidio, secuestro, terrorismo y al menos dos peticiones de extradición.

El ministro de Defensa anunció que habrá nuevas operaciones contra otros dirigentes de las FARC a los que invitó a entregarse para que eviten terminar como Jojoy.

"Las FARC están llegando a una especie de punto de inflexión, le hemos dado al corazón estratégico y por eso hemos mandado mensajes muy claros. Frente a la violencia, frente al terrorismo y el narcotráfico seremos implacables", afirmó.

"Pero frente al violento o al terrorista que se arrepienta, que resuelva cambiar de vida, que resuelva buscar una segunda oportunidad, habrá misericordia, habrá compasión, Los invitamos a que se desmovilicen, a que se entreguen", reiteró Rivera.

Comandantes militares y analistas prevén que después de la muerte del líder de las FARC, acusadas de obtener millonarios ingresos del narcotráfico, se podría producir una desbandada de combatientes e incluso forzar al grupo rebelde activo más antiguo del continente a buscar una negociación de paz con el Gobierno.

En la operación militar fueron confiscados alrededor de 20 computadores y más de 60 memorias USB que en concepto del director de la Policía Nacional, general Oscar Naranjo, deben contener información sobre las actividades y los vínculos del grupo rebelde considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
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