Rafael Correa y Jorge Glas declarados inelegibles para ingresar a Estados Unidos por corrupción
El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha tomado una medida histórica al declarar a Rafael Vicente Correa Delgado, ex presidente de Ecuador, y a Jorge David Glas Espinel, ex vicepresidente, como inelegibles para ingresar a su territorio. Esta decisión se debe a su participación en graves actos de corrupción durante sus mandatos, lo que ha generado repercusiones tanto a nivel nacional como internacional. Esta declaración no solo afecta a ambos exfuncionarios, sino también a sus familiares más cercanos, quienes también han sido objeto de sanciones.
Tanto Correa como Glas abusaron de sus cargos públicos para recibir sobornos a cambio de otorgar contratos gubernamentales favorables. Estos actos de corrupción, que incluyeron contribuciones políticas ilícitas, empañaron los años en que ambos ocupaban los más altos puestos del gobierno ecuatoriano. La corrupción desenfrenada durante sus administraciones no solo deterioró la confianza pública, sino que también dejó profundas cicatrices en el sistema político y económico de Ecuador.
La justicia ecuatoriana ya los había sentenciado por varios delitos relacionados con actos de corrupción. Correa fue condenado a ocho años de prisión en el caso Sobornos 2012-2016, donde se descubrió que contratistas del Estado realizaban aportes irregulares en efectivo o mediante facturas falsas para financiar al partido oficialista. Glas, por su parte, fue condenado a seis años por recibir USD 13,5 millones en sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, en uno de los mayores escándalos de corrupción que sacudió a América Latina.
El gobierno estadounidense también ha resaltado que la lucha contra la corrupción no es solo una prioridad interna, sino una parte fundamental de su política exterior. A través de estas acciones, Estados Unidos busca enviar un mensaje claro: no se tolerarán los actos de corrupción, sin importar cuán alto sea el cargo del funcionario implicado.
Jorge Glas, por otro lado, se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad La Roca, después de ser capturado en la Embajada de México en Quito en abril de este año. Glas también enfrenta investigaciones adicionales por malversación de fondos y intimidación. Su captura, ordenada por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa, ha provocado tensiones diplomáticas entre Ecuador y México, llegando incluso a una demanda mutua ante la Corte Internacional de Justicia.
Además, esta sanción impide que Correa y Glas, junto con sus familiares, puedan usar su influencia en el extranjero, lo que limita sus movimientos y sus oportunidades de obtener apoyo internacional. Estados Unidos ha dejado claro que continuará apoyando a Ecuador en su lucha contra la corrupción, mientras refuerza sus propios compromisos globales para enfrentar esta problemática.
Foto: Presidencia del Ecuador. FLickr.
Tanto Correa como Glas abusaron de sus cargos públicos para recibir sobornos a cambio de otorgar contratos gubernamentales favorables. Estos actos de corrupción, que incluyeron contribuciones políticas ilícitas, empañaron los años en que ambos ocupaban los más altos puestos del gobierno ecuatoriano. La corrupción desenfrenada durante sus administraciones no solo deterioró la confianza pública, sino que también dejó profundas cicatrices en el sistema político y económico de Ecuador.
La justicia ecuatoriana ya los había sentenciado por varios delitos relacionados con actos de corrupción. Correa fue condenado a ocho años de prisión en el caso Sobornos 2012-2016, donde se descubrió que contratistas del Estado realizaban aportes irregulares en efectivo o mediante facturas falsas para financiar al partido oficialista. Glas, por su parte, fue condenado a seis años por recibir USD 13,5 millones en sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, en uno de los mayores escándalos de corrupción que sacudió a América Latina.
Medidas tomadas por el Departamento de Estado de EE. UU.
El comunicado emitido por el Departamento de Estado de Estados Unidos deja claro que la corrupción en altos niveles de gobierno es inaceptable y que se tomarán todas las medidas necesarias para responsabilizar a los funcionarios corruptos. Bajo la Sección 7031(c) de la Ley de Asignaciones del Departamento de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados de 2024, se designó a Correa y Glas como inelegibles para ingresar a territorio estadounidense. Esta medida también se extendió a sus familiares directos.Familiares que se incluyen en esta medida
La sanción no solo afecta a los exfuncionarios, sino que también incluye a sus familiares más cercanos. En el caso de Correa, su esposa, Anne Malherbe Gosselin, y sus tres hijos adultos, Sofía Correa, Anne Dominique Correa y Rafael Miguel Correa, también han sido declarados inelegibles. De igual manera, la esposa de Glas, Cinthia Díaz Aveiga, y su hijo mayor, Jorge Glas Díaz, enfrentan las mismas restricciones.Estados Unidos y la lucha contra la corrupción
El embajador estadounidense en Ecuador, Art Brown, destacó el papel crucial de la sociedad civil, las fuerzas del orden y los periodistas ecuatorianos en este proceso, subrayando la importancia de que los contratos gubernamentales sean transparentes y estén libres de irregularidades.El gobierno estadounidense también ha resaltado que la lucha contra la corrupción no es solo una prioridad interna, sino una parte fundamental de su política exterior. A través de estas acciones, Estados Unidos busca enviar un mensaje claro: no se tolerarán los actos de corrupción, sin importar cuán alto sea el cargo del funcionario implicado.
Las sentencias en Ecuador
En Ecuador, tanto Correa como Glas enfrentan serias condenas. La sentencia de ocho años de cárcel para Correa en el caso Sobornos lo mantiene fuera del país, refugiado en Bélgica, donde ha evitado cumplir su condena al no regresar a territorio ecuatoriano. Sin embargo, su estatus como refugiado político en Europa no lo exime de la condena pendiente, ya que el delito de cohecho no prescribe en Ecuador.Jorge Glas, por otro lado, se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad La Roca, después de ser capturado en la Embajada de México en Quito en abril de este año. Glas también enfrenta investigaciones adicionales por malversación de fondos y intimidación. Su captura, ordenada por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa, ha provocado tensiones diplomáticas entre Ecuador y México, llegando incluso a una demanda mutua ante la Corte Internacional de Justicia.
Consecuencias políticas y diplomáticas
La medida tomada por Estados Unidos tiene implicaciones más allá del ámbito legal. A nivel político, pone de relieve las tensiones entre los países que luchan contra la corrupción y aquellos que, como México, han ofrecido refugio a figuras de la Revolución Ciudadana como María de los Ángeles Duarte, otra exfuncionaria del gobierno de Correa implicada en casos de corrupción. La decisión del gobierno estadounidense también es vista como un respaldo al actual gobierno de Ecuador en su esfuerzo por restaurar la confianza en las instituciones y fortalecer la democracia.Además, esta sanción impide que Correa y Glas, junto con sus familiares, puedan usar su influencia en el extranjero, lo que limita sus movimientos y sus oportunidades de obtener apoyo internacional. Estados Unidos ha dejado claro que continuará apoyando a Ecuador en su lucha contra la corrupción, mientras refuerza sus propios compromisos globales para enfrentar esta problemática.
Foto: Presidencia del Ecuador. FLickr.
Comparte esta noticia en tu:
Este artículo se ha leído: 5967 veces.