Carlos Sánchez Berzaín: Hay gente que por alguna razón no quiere reconocer que el régimen de Correa fue una dictadura
Publicado el: 04/03/2025
En el foro del Interamerican Institute for Democracy, el doctor Carlos Sánchez Berzaín advirtió que el país andino aún no ha superado los efectos del castrochavismo y llamó a terminar con la impunidad y las leyes heredadas del correísmo.
En el marco del foro "Elecciones Ecuador Segunda Vuelta", organizado por el Interamerican Institute for Democracy, el director ejecutivo del instituto, Carlos Sánchez Berzaín, ofreció una contundente ponencia en la que alertó sobre los peligros que enfrenta el Ecuador de cara a la segunda vuelta presidencial del próximo 13 de abril. La jornada contó con la participación presencial y virtual de destacados expertos.
Sánchez Berzaín comenzó su intervención agradeciendo a los asistentes y enmarcando el proceso electoral actual como un momento crítico para el futuro del Ecuador y de toda América Latina. A su juicio, lo que está en juego no es solo una elección presidencial, sino la posibilidad de concluir la transición democrática que inició el expresidente Lenín Moreno tras el fin del régimen de Rafael Correa, una "dictadura del socialismo del siglo XXI".
La dictadura que aún no se reconoce
El director del Instituto fue enfático al señalar que Ecuador no ha completado su salida del castrochavismo, y que muchos actores políticos, mediáticos y académicos aún se resisten a reconocer la naturaleza dictatorial del gobierno de Correa. “Más de diez años con presos políticos, con un narcoestado, con ruptura de compromisos internacionales en la lucha contra el narcotráfico… eso fue una dictadura”, afirmó.
Recordó que bajo el correísmo se produjo persecución a periodistas, confiscación de bienes a opositores, exilios forzados y control absoluto de todos los poderes del Estado. “Rafael Correa decía: ‘yo soy el jefe del Ejecutivo, del Legislativo, del Judicial, del Estado’. Ese fue el modelo de poder totalitario que aún no ha sido desmontado del todo”, denunció.
Dos tareas urgentes: leyes e impunidad
Según Sánchez Berzaín, para que Ecuador logre consolidar su democracia y eliminar el riesgo de que el crimen organizado regrese al poder, se deben cumplir dos condiciones fundamentales:
1. Eliminar el marco legal heredado del correísmo, incluyendo la Constitución del socialismo del siglo XXI que dejó al país atrapado en un sistema plurinacional lleno de estructuras que perpetúan la influencia del castrochavismo. 2. Acabar con la impunidad, ejecutando las sentencias firmes contra Correa y sus aliados. Aunque el expresidente y varios de sus funcionarios han sido condenados, ninguno de los gobiernos posteriores –ni Lasso ni Noboa– ha hecho cumplir esos fallos, denunció.
“El crimen organizado está utilizando los mecanismos de la democracia para destruirla, y Ecuador es el ejemplo más claro de eso. Mientras no se ejecuten las sentencias y no se reformen las leyes, el país seguirá siendo vulnerable”, advirtió.
Villavicencio y el fantasma del fraude
El analista también se refirió al asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, recordando que él habría sido presidente si no hubiera sido asesinado. Aunque los autores materiales del crimen están condenados, los autores intelectuales siguen impunes. “Seguramente están en la campaña de la señora González o apoyando ese tipo de candidatura”, sentenció.
Sánchez Berzaín denunció que lo que busca el correísmo es impunidad para Rafael Correa, su equipo y los responsables del crimen de Villavicencio, como ya ha ocurrido –dijo– en casos similares en América Latina, como el de Evo Morales en Bolivia o Lula da Silva en Brasil.
Un mensaje para Noboa y para América
En su cierre, el doctor Sánchez Berzaín expresó su convicción de que el presidente actual y candidato, Daniel Noboa, podría ganar la elección. Sin embargo, advirtió que su única y verdadera misión será completar la transición a la democracia.
“Eso significa separar al crimen organizado del escenario político. Si no se logra, seguirán los fraudes, los asesinatos, y el riesgo de que el Ecuador caiga nuevamente en manos del castrochavismo”, concluyó, entre aplausos del auditorio.