La economía ecuatoriana creció en el 2010 al ritmo de la inversión pública

Pese a la mejora en los indicadores, el país no creció de igual forma que el resto de la región. Registró el peor déficit comercial de su historia y el desempleo no cedió. Fue un año de crecientes ingresos petroleros y tributarios y de grandes reformas legales. Se priorizó la inversión pública.

Economía

El país creció menos que otros países

Luego de vivir un 2009 de recesión, la economía nacional volvió a tener este año síntomas de recuperación, de la mano de lo que sucedió en los países sudamericanos, con excepción de Venezuela, que cerró con un decrecimiento.

La ministra coordinadora de la Política Económica, Katiuska King, defendió que el año positivo que tuvo el país se debió a las medidas contracíclicas que se adoptaron en el 2009. “De no haberlas adoptado, no habríamos crecido y el impacto negativo en el desempleo sería mayor”.

Según el presidente del Directorio del Banco Central, Diego Borja, el país cerró el año con un crecimiento preliminar del 3,6% de su Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, señaló que al cerrar todo el balance “seguramente cerraremos en el 4%”.

El año que finalizó tuvo su mayor inyección de recursos, tanto petroleros como tributarios.

Para el analista de mercados Fabián Alvear, “que los precios del petróleo se hayan mantenido altos y que las recaudaciones tributarias hayan crecido en altos niveles, permitió sostener todo el nivel de gasto corriente del año”.
Sin embargo, lo que más preocupa a Vicente Albornoz, de Cordes, es la espiral de endeudamiento en la que está incurriendo el país. “Las obligaciones del Gobierno van en aumento y cuentan con su propia inercia, con lo que los problemas de liquidez pudieran empeorar”.

Pero el ministro de Finanzas, Patricio Rivera, asegura que no hay de qué preocuparse. “Con el Código de Finanzas Públicas aprobado este año podremos organizar las cuentas y hacer fluir mejor el dinero del Estado”.


Trabajo


La tasa de desempleo varió poco

La última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) sobre trabajo, realizada en septiembre, reveló que la tasa de desempleo se ubicó en el 7,4%, cinco puntos porcentuales menos que a inicios del año que terminó.

Pese a esta reducción, el director del Observatorio de la Política Laboral, Gabriel Recalde, cree que hace falta un mayor impulso de la inversión privada y dejar de desestimar su capacidad para generar fuentes de trabajo.

El Régimen no comparte esta postura ya que afirma que ha puesto en marcha varios proyectos junto al sector privado como la Red Socio Empleo y la segunda fase de Mi Primer Empleo.
Según el ministro de Relaciones Laborales, Richard Espinosa, se privilegió el empleo decente a través de la campaña Empleo Doméstico Digno, que atendió a 50 000 personas e impuso multas a 600 empleadores que no cumplían con las normas.

Mientras se protegía este grupo de trabajadores se entregaba a la Asamblea una ley para el control de los burócratas que planteaba el pago de jubilaciones con bonos y la reducción de beneficios a médicos, militares, policías, etc.

Estos últimos rechazaron el contenido del cuerpo legal, lo que desembocó en los sucesos del pasado 30 de septiembre.

El Ejecutivo insistió en las regulaciones en materia laboral y remitió al Legislativo el Código de la Producción que finalmente entró en vigencia el 29 de diciembre pasado y normó el llamado salario digno, cuyo cálculo permite saber si el trabajador puede cubrir la canasta básica.

Al final del año el salario básico subió 10%, a USD 240.


Energía

Las reglas cambiaron en 2 áreas

El sector petrolero y de generación eléctrica registraron cambios en su marco jurídico durante el 2010.

En el área hidrocarburífera el Régimen puso fin a la renegociación de los contratos petroleros. Como resultado las compañías Agip, Petroriental, Andes, Enap y Repsol acogieron la nueva modalidad de prestación de servicios con tarifas que van de USD 16 a USD 41 por barril extraído.

Petrobras, EDC, Canada Grande y CNPC dejaron el país.

En cuanto a la producción, las empresas estatales llegaron a un 99% del cumplimiento previsto, mientras que las empresas privadas continuaron con su tendencia de descenso. El año pasado finalizó con una extracción cercana a 180 millones de barriles.

El consultor petrolero, Edmundo Brown, sin embargo, advirtió que queda una profunda deuda en el área de refinación y en el incremento de reservas de crudo.

El sector eléctrico también tuvo cambio de reglas. La modificación en la normativa del Consejo Nacional de
Electricidad (Conelec) permitió ampliar la compra de energía a Colombia.

El país vecino oferta actualmente energía más barata que las centrales térmicas nacionales y ha permitido que el país no tenga apagones. También contribuyó el ingreso de la central Mazar de 160 megavatios de potencia, que garantizó agua para que la mayor central hidroeléctrica, Paute, opere con normalidad.

Pero el ex presidente del Conelec, Alejandro Rivadeneira, señaló como aspectos negativos la poca transparencia en la contratación de grandes proyectos de generación como el Toachi-Pilatón y el Coca-Codo Sinclair.


Comercio

La balanza comercial, en crisis

El Gobierno terminó el 2010 con problemas en el sector externo, por el crecimiento de las importaciones.
Según Nathalie Cely, ministra coordinadora de la Producción, el déficit que enfrenta el Estado alcanza USD 1213 millones. La mayor parte es producto de la compra de combustibles, así como también de vehículos.

De ahí que el Gobierno incrementó el arancel a los autos, pero negó la imposición de salvaguardias, proceso que se puso en marcha en enero del 2009 y que fue levantado a inicios del 2010.
“No sirvió de mucho y el Gobierno se vio en la obligación de imponer tasas mixtas a productos como los textiles, el calzado, etc. Continuaron las medidas proteccionistas en vez de impulsar la producción nacional”, dijo Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial.

En la parte de política comercial se reanudaron las conversaciones con la Unión Europea para llegar a un acuerdo comercial para el desarrollo pero las negociaciones nunca prosperaron.

El Gobierno insistió también en concretar tratados con países con los que el comercio es mínimo, sustentando su propuesta en la diversificación de mercados.

Las relaciones con los EE.UU. no están en su mejor momento. A fines del 2009 el Gobierno de ese país extendió la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea) por un año, pero antes de terminar el 2010 la ampliación fue de seis semanas.

Por otro lado, Correa buscó reformar su relación con la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), realizando las primeras transacciones con el Sistema Único Regional (Sucre).



Producción

El consumo sostuvo las actividades

En cuanto a la actividad empresarial, el año terminó con una mayor actividad, especialmente por la dinamización del consumo y la flexibilización en el crédito bancario.

“La mayor cantidad de dinero en la economía impulsó varios sectores como la construcción y los automóviles. No por nada, el 2010 significó un año récord para la venta de vehículos, la cartera bancaria también se incrementó. La presencia del Banco del Afiliado fue clave en ese crecimiento”, señaló Gonzalo Rueda, analista de Market Watch.

Las recaudaciones tributarias, a través del cobro de impuestos directos, también provocaron una mayor cantidad de recursos en la economía. Según explicó el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco, la mayor conciencia tributaria de los ecuatorianos, sumado a una mayor capacidad de cobro de los impuestos, ayudó a que las recaudaciones lleguen a niveles récord y que “mantengamos una tendencia promedio anual del 15%”.

En cuanto a las instituciones bancarias, las utilidades totales netas de la banca privada alcanzaron los USD 250 millones, mientras que la rentabilidad osciló entre el 12% y 13% en este año. Asimismo, el número de clientes ascendió a 5,4 millones de personas, mientras la cartera de crédito se expandió en un 20%, aseguró el Director
Ejecutivo de la Asociación de Bancos. “El sistema bancario privado culminó el año con una notable solidez y
solvencia financiera”.

Al final del año entró en vigencia el Código de la Producción que incluye incentivos tributarias y cambios aduaneros.

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