Carga ideológica en textos escolares
Página por página, Brayan Toala ojea su libro de Estudios Sociales. El niño cursa séptimo de básica en la escuela fiscal Carlos Cuello Ycaza del suburbio guayaquileño y le atrae el colorido del texto, marcado con el eslogan: "La Revolución Ciudadana está en marcha".
Apenas y han visto las primeras unidades. Pero a medida que pasan las hojas aparecen imágenes y títulos que llaman la atención.
En la página 81, por ejemplo, aparece una fotografía de Fidel Castro liderando a los revolucionarios cubanos. Y en las tareas de investigación hay una indicación: “formen dos grupos de trabajo, escojan un moderador y debatan sobre la Revolución Cubana…”.
En cuatro páginas se narra los regímenes desde 1979 en el país. Bajo el título: “Una larga crisis” inicia la lista Jaime Roldós de quien se dice “logró respaldo nacional, pero tomó medidas que golpearon los ingresos de la gente”. Seguido, y con el título: “La derecha al poder”, se habla de León Febres Cordero. “Enfrentó a las demás funciones del Estado y a la oposición, que denunció numerosos hechos de corrupción gubernamental y violaciones a los derechos humanos”, dice el libro.
De Abdalá Bucaram se menciona que “agudizó los conflictos regionales, exageró su estilo arbitrario, fomentó la corrupción”.
Los párrafos sobre Jamil Mahuad resaltan que “sacrificó los intereses de la mayoría para proteger los intereses de los banqueros que financiaron su campaña”.
Y en cuanto a Gutiérrez se dice que “aplicó políticas clientelares y promovió la división popular e indígena”. El texto está junto a una foto de los disturbios que terminaron con la caída de su régimen.
Pero en la misma página, bajo el título ‘Los gobiernos de PAÍS’, el tono cambia. Relata el triunfo de Rafael Correa en el 2006, “un candidato fuera de los círculos políticos convencionales”.
Esta es una de las unidades que aprenderá este año Brayan y sus amigos, niños de 9 y 10 años.
La maestra Rocío Muñoz, al igual que sus colegas, se topó con estos temas en los primeros días de clases. La Unasur y el papel del presidente Hugo Chávez, partes del Manifiesto comunista de Marx y Engels, el ‘Buen Vivir o Sumak Kawsay’ y otros aspectos criticados como ‘la dominación’ de Estados Unidos y gobiernos de tipo ‘neoliberal’, resaltan en los textos de Sociales entregados por el Ministerio de Educación.
Este año, el Gobierno repartió 2 713 334 libros al régimen Costa. Esto en Matemática, Sociales, Lenguaje y Ciencias Naturales.
Según el Ministerio de Educación, el proceso de selección de los libros se dio, a través de licitación en el portal de compras públicas. Las editoriales ganadoras fueron: Santillana, Editora Nacional y Editorial SM.
Debido a que este año los docentes no fueron capacitados para manejar textos, Muñoz explica que en la marcha aplica técnicas para facilitar la enseñanza. “En parte narran la realidad. Pero hay que dejar que el niño opine sobre los hechos. Hay términos que son avanzados para la edad”. Para Sonia Granizo, docente de la Universidad Espíritu Santo, los maestros tienen el reto de tomar el enfoque del texto, interpretarlo y plantearlo en sus enseñanzas en un “proceso más democrático”.
La profesora de Estudios Sociales, Carmen Ramírez, afronta esa realidad. Ella trata de tomar las partes positivas para debatirlas en clase de octavo y noveno año.
Analizar la democracia del pasado y del presente, estudiar la Constitución, respetar a la Pachamama son temas que ha desarrollado hasta ahora. “Está implícita la política del Gobierno... pero cada gobierno, de una manera u otra, influye en el sistema educativo”, comenta esta maestra.
Milton Luna, del Contrato Social por la Educación, dice que 35 expertos universitarios revisaron los textos y de la evaluación, recalca, no hallaron rasgos de ideologías políticas. Más bien fallas en cuanto a la aplicación del currículo. “No es el Gobierno que hizo los libros, son editoriales que forman parte de un proceso”. En su informe indica que “dentro del proceso de calificación, llama la atención que los textos de Sociales fueron evaluados en una semana, período mucho más corto que el que se tomó para el resto”. Los textos de Sociales también fueron revisados por la Academia Nacional de Historia y el Colegio de Geógrafos. La Subsecretaria Metropolitana de Educación de Guayaquil dijo “que los textos se deciden, planifican y se hacen en Quito y aquí solo se verifica si llegaron a los colegios y escuelas”. Según el Ministerio, lo que se busca con estos textos es desarrollar una comprensión crítica del mundo y la sociedad.
La visión de los expertos
Claudia Uribe, investigadora
"Plasmar los textos con estereotipos no es sano"
Uno de los vacíos educativos del Ecuador está en la formación política. Celebro que se incluyan ese tipo de elementos. Pero cuando no se presentan de forma crítica y hay orientación preestablecida - más en el marco de un Gobierno vigente- a eso me opongo. Es poco probable que un niño, entre 7 y 13 años tome decisiones. Lo que se hace es formarlo para el futuro.
Plasmar criterios favorables a un momento político no es bueno para formar individuos. No pueden haber textos plagados de estereotipos: los buenos son unos y los malos cualquiera que sea banquero, neoliberal... Así se coloca a la sociedad en dos colores: blanco y negro. Es una visión miope, poco sana y no aporta al pensamiento crítico.
Juan Pablo Bustamante, Unicef
"Un texto escolar nunca es perfecto"
Es sano que el proyecto de país se exprese en los textos. La frontera entre proyecto de país y proyecto de Gobierno es la que quizá sea difícil de manejar.Hay que ser cautelosos. Todo texto que se precie de ser inocente en realidad no lo es, porque tiene un ser.
En esa parte son importantes las veedurías. Las observaciones han apuntado en pensar en el currículum y la estructura de los textos en su conjunto. Dentro está el comentario político en general, no solo con respecto a esto del Gobierno. El análisis debe ser global, desde lo pedagógico hasta la secuencia de aprendizaje. Un texto escolar nunca es perfecto. El proceso de tener un diálogo social permanente en torno a ellos es lo valioso. Eso es una expresión de democracia.
Apenas y han visto las primeras unidades. Pero a medida que pasan las hojas aparecen imágenes y títulos que llaman la atención.
En la página 81, por ejemplo, aparece una fotografía de Fidel Castro liderando a los revolucionarios cubanos. Y en las tareas de investigación hay una indicación: “formen dos grupos de trabajo, escojan un moderador y debatan sobre la Revolución Cubana…”.
En cuatro páginas se narra los regímenes desde 1979 en el país. Bajo el título: “Una larga crisis” inicia la lista Jaime Roldós de quien se dice “logró respaldo nacional, pero tomó medidas que golpearon los ingresos de la gente”. Seguido, y con el título: “La derecha al poder”, se habla de León Febres Cordero. “Enfrentó a las demás funciones del Estado y a la oposición, que denunció numerosos hechos de corrupción gubernamental y violaciones a los derechos humanos”, dice el libro.
De Abdalá Bucaram se menciona que “agudizó los conflictos regionales, exageró su estilo arbitrario, fomentó la corrupción”.
Los párrafos sobre Jamil Mahuad resaltan que “sacrificó los intereses de la mayoría para proteger los intereses de los banqueros que financiaron su campaña”.
Y en cuanto a Gutiérrez se dice que “aplicó políticas clientelares y promovió la división popular e indígena”. El texto está junto a una foto de los disturbios que terminaron con la caída de su régimen.
Pero en la misma página, bajo el título ‘Los gobiernos de PAÍS’, el tono cambia. Relata el triunfo de Rafael Correa en el 2006, “un candidato fuera de los círculos políticos convencionales”.
Esta es una de las unidades que aprenderá este año Brayan y sus amigos, niños de 9 y 10 años.
La maestra Rocío Muñoz, al igual que sus colegas, se topó con estos temas en los primeros días de clases. La Unasur y el papel del presidente Hugo Chávez, partes del Manifiesto comunista de Marx y Engels, el ‘Buen Vivir o Sumak Kawsay’ y otros aspectos criticados como ‘la dominación’ de Estados Unidos y gobiernos de tipo ‘neoliberal’, resaltan en los textos de Sociales entregados por el Ministerio de Educación.
Este año, el Gobierno repartió 2 713 334 libros al régimen Costa. Esto en Matemática, Sociales, Lenguaje y Ciencias Naturales.
Según el Ministerio de Educación, el proceso de selección de los libros se dio, a través de licitación en el portal de compras públicas. Las editoriales ganadoras fueron: Santillana, Editora Nacional y Editorial SM.
Debido a que este año los docentes no fueron capacitados para manejar textos, Muñoz explica que en la marcha aplica técnicas para facilitar la enseñanza. “En parte narran la realidad. Pero hay que dejar que el niño opine sobre los hechos. Hay términos que son avanzados para la edad”. Para Sonia Granizo, docente de la Universidad Espíritu Santo, los maestros tienen el reto de tomar el enfoque del texto, interpretarlo y plantearlo en sus enseñanzas en un “proceso más democrático”.
La profesora de Estudios Sociales, Carmen Ramírez, afronta esa realidad. Ella trata de tomar las partes positivas para debatirlas en clase de octavo y noveno año.
Analizar la democracia del pasado y del presente, estudiar la Constitución, respetar a la Pachamama son temas que ha desarrollado hasta ahora. “Está implícita la política del Gobierno... pero cada gobierno, de una manera u otra, influye en el sistema educativo”, comenta esta maestra.
Milton Luna, del Contrato Social por la Educación, dice que 35 expertos universitarios revisaron los textos y de la evaluación, recalca, no hallaron rasgos de ideologías políticas. Más bien fallas en cuanto a la aplicación del currículo. “No es el Gobierno que hizo los libros, son editoriales que forman parte de un proceso”. En su informe indica que “dentro del proceso de calificación, llama la atención que los textos de Sociales fueron evaluados en una semana, período mucho más corto que el que se tomó para el resto”. Los textos de Sociales también fueron revisados por la Academia Nacional de Historia y el Colegio de Geógrafos. La Subsecretaria Metropolitana de Educación de Guayaquil dijo “que los textos se deciden, planifican y se hacen en Quito y aquí solo se verifica si llegaron a los colegios y escuelas”. Según el Ministerio, lo que se busca con estos textos es desarrollar una comprensión crítica del mundo y la sociedad.
La visión de los expertos
Claudia Uribe, investigadora
"Plasmar los textos con estereotipos no es sano"
Uno de los vacíos educativos del Ecuador está en la formación política. Celebro que se incluyan ese tipo de elementos. Pero cuando no se presentan de forma crítica y hay orientación preestablecida - más en el marco de un Gobierno vigente- a eso me opongo. Es poco probable que un niño, entre 7 y 13 años tome decisiones. Lo que se hace es formarlo para el futuro.
Plasmar criterios favorables a un momento político no es bueno para formar individuos. No pueden haber textos plagados de estereotipos: los buenos son unos y los malos cualquiera que sea banquero, neoliberal... Así se coloca a la sociedad en dos colores: blanco y negro. Es una visión miope, poco sana y no aporta al pensamiento crítico.
Juan Pablo Bustamante, Unicef
"Un texto escolar nunca es perfecto"
Es sano que el proyecto de país se exprese en los textos. La frontera entre proyecto de país y proyecto de Gobierno es la que quizá sea difícil de manejar.Hay que ser cautelosos. Todo texto que se precie de ser inocente en realidad no lo es, porque tiene un ser.
En esa parte son importantes las veedurías. Las observaciones han apuntado en pensar en el currículum y la estructura de los textos en su conjunto. Dentro está el comentario político en general, no solo con respecto a esto del Gobierno. El análisis debe ser global, desde lo pedagógico hasta la secuencia de aprendizaje. Un texto escolar nunca es perfecto. El proceso de tener un diálogo social permanente en torno a ellos es lo valioso. Eso es una expresión de democracia.
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