La droga entra en los colegios
El pasado viernes 5 de octubre, un operativo sorpresa se realizó en los alrededores de un colegio de Guayaquil a las 06:00.
La policía buscaba a los vendedores de droga que a esa hora hacen su despacho. También incursionó en el plantel, en donde su propio director había pedido el auxilio policial.
“Varios llaman a solicitar esos operativos", cuenta una jueza de la Niñez y Adolescencia. “La situación se les escapa de las manos, pierden el control. A veces no pueden ellos solos". Según esta jueza, cuando ella está de turno, conoce de ocho a 10 casos diarios de menores que venden droga. La mayoría hace su negocio dentro de los colegios.
Ese mismo día, a las 10:00, la viceministra de Educación, Mónica Franco, tocó el tema en Guayaquil. Lamentó la muerte de una estudiante del colegio particular Paco Moncayo, presuntamente por la sobredosis de una droga que hasta ahora no se identifica. Pidió a los medios de comunicación que no escandalicen y, aunque dijo que tiene cifras de la incidencia real, no las quiso revelar. Franco solo dijo que las investigaciones continúan y que, una vez terminadas, se podría decidir si el colegio sigue funcionando o no para el próximo año lectivo.
El pasado viernes no hubo clases en el colegio Paco Moncayo, según se leyó un papel que estaba pegado en la pared, porque habría juntas de curso.
El tema de la venta de drogas en los colegios se retomó a partir del lunes 1.° de octubre. Ese día, la joven Tamara, de 13 años, salió desde su hogar en el suburbio hasta el colegio ubicado atrás del Centro Cívico. A su regreso a casa, todo parecía normal. “Se acostó como siempre, a dormir", recuerda su tía. Pero a las 18:00, su madre fue a despertarla sin que consiguiera hacerlo: aterrada, observó que su hija había botado espuma por la boca. La adolescente ya estaba muerta.
Algunos de sus compañeros contaban en el velorio que, en efecto, en el establecimiento se vende droga. Hasta dan nombres de estudiantes que se dedican a ese negocio.
El rector, Wilson Moncayo, lo negó. “Yo mismo reviso las mochilas al ingreso de los estudiantes, uno por uno -dijo a otros medios-. La ñiña se fue bien aquí. Ese día hasta se sacó 20 en una lección".
La jueza que habló con HOY, sin identificarse porque se trataba de temas de menores, ha escuchado por parte de los infractores cómo opera el sistema: “Los traficantes se instalan en los alrededores de ciertos colegios, reclutan estudiantes como vendedores y les dan hasta 50 paquetes diarios".
En el interior del colegio se venden a un dólar. Lo que se vende es hachís, un derivado de la marihuana.
“Los que caen tienen las cejas depiladas, como si fueran mujeres. Parece que así se los identifica".
El jefe nacional Antinarcóticos de la Policía, Juan Carlos Barragán, coincide en que la marihuana es la droga que más se comercializa internamente en el país. Los colegios son preferidos.
En lo que va del año, 10 toneladas de esta droga se han decomisado. “Uno de los problemas es que se la considera como una droga blanda, cosa que no es así", dice el oficial. Barragán une el alto consumo de droga en los jóvenes de Ecuador a la tendencia mundial. “Tiene un costo bajo, por lo tanto, es accesible. Los microtraficantes crecen pero la acción de la Policía también".
¿Qué se ha hecho? El coronel afirma que la Policía Antinarcóticos está mejor preparada que nunca para enfrentar el problema. “Los resultados así lo demuestran. Además, por primera vez podemos pagar una red de informantes a escala nacional, en cada distrito. Ellos nos avisan en dónde operan estos individuos y podemos capturarlos. Que sepan los que se meten en esto que, finalmente, van a terminar en la cárcel", advierte.
Barragán dice que el negocio de este microtráfico todavía opera aisladamente, no ve una organización grande. “Hay que ser objetivos. Es verdad que la venta de drogas y la lucha por determinados territorios generan violencia. Pero aquí no estamos como en México, aquí no hay guerra entre Los Zetas y los otros. Hay crimen organizado en Ecuador, pero en otros delitos".
La mayor cantidad de conflictos por droga se da en colegios de Quito y Guayaquil, según identifica la viceministra Mónica Franco. “Es obvio, por ser las ciudades más grandes, los planteles con más estudiantes".
Para ella los trabajos de prevención son fundamentales, y ahí menciona a la familia. “Los jóvenes solo pasan la cuarta parte de su tiempo en el colegio, el resto, con la familia. La familia tiene que saber dónde está el estudiante, qué está haciendo, con quién está". Luego apunta a los medios de comunicación: “Los canales promocionan a El Capo, La reina del sur, en horarios de altos ratings, como los que viven felices comercializando drogas".
El asambleísta y general Paco Moncayo lamenta lo que ocurre en el colegio que lleva su nombre: “Es un problema serio en el que todos debemos participar para aplacar este negocio maldito. No es una tarea fácil". (MP)
Los menores venden la droga a otros menores
Otros antecedentes de ventas de drogas también existen en planteles de Guayaquil, según reconoció la viceministra Mónica Franco. La primera semana de septiembre, otra menor fue drogada en el interior de su colegio, denunció su padre en la Fiscalía. El estupefaciente no identificado provocó que la estudiante fuera internada en el hospital del suburbio Abel Gilbert Pontón. Cuando un equipo de este Diario visitó el hospital la semana pasada para conocer el estado de la adolescente, ninguna enfermera recordó el caso.
Cada semana, la Jefatura Antinarcóticos del Guayas reporta la detención de traficantes dedicados a la venta al menudeo de drogas, especialmente en sectores en los que funcionan colegios. Estudiantes también son detenidos, cada vez de menor edad. "Aquí caen hasta de 12 años. A veces llegan drogados, no fijan sus miradas, están perdidos", cuenta la jueza de la Niñez que tramita los casos de menores que son detenidos por vender drogas.
El jefe Antinarcóticos Juan Carlos Barragán reconoce que cada vez más menores son utilizados para este ilícito. "Por eso es necesario que todo el peso de la ley caiga en esos adultos que se aprovechan de los niños".
El Gobierno tiene las cifras pero no las hace públicas
La viceministra de Educación Mónica Franco dijo que tienen en su poder las estadísticas que reflejan la real incidencia de la venta de drogas en los colegios del país. Pero no las hizo públicas a los medios de comunicación que convocó el pasado viernes. No lo consideró necesario y explicó que aquello podría revictimizar a los adolescentes.
Aseguró a este diario que el problema es más notorio en Guayaquil, Quito y Cuenca, por ser las ciudades más grandes. Pero en otras más pequeñas también se han revelado similares denuncias. En Riobamba, se contabilizan hasta el momento 50 casos en planteles secundarios y hasta se identifica a un grupo dedicado a este ilícito: los LMP. En Portoviejo, a fines de septiembre, tres individuos fueron capturados con marihuana que vendían a estudiantes de un colegio.
Desde marzo de este año, el Ministerio del Interior lanzó la campaña "Hazlo visible", destinada a pagar recompensas a los ciudadanos que den información sobre los responsables de la venta de drogas en los colegios y sus cercanías, así como en discotecas y parques. Los recursos fueron asignados por la Secretaría Nacional de Inteligencia, aunque no se han hecho públicos los resultados de esta iniciativa, similar a la de "Los más buscados". Comparte esta noticia en tu:

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