Computadoras, agua, bancas y obras faltan en algunos centros

Computadoras, agua, bancas y obras faltan en algunos centros
Publicado el: 03/04/2011
“Si aquí los niños no se han muerto es porque les hemos ayudado dándoles agua”. Lo dice Rosa Véliz mientras se lamenta de la vetustez de la escuela fiscal Carmen Coello de García, del recinto La Linda, cantón Balzar, donde estudió su hija Rosalba, hoy de 20 años.

La humilde casa de Rosa colinda con la pared posterior del plantel. En el interior de las seis aulas hay unos pupitres viejos de madera que usaron en enero pasado unos 80 alumnos.

Con una bomba de agua y una manguera, Rosa, la vecina, proporciona el líquido para que beban los alumnos y para limpiar los baños y aulas. “Ya no tengo hijos estudiando en la escuela, pero colaboro por los niños”.

En el patio de este establecimiento hay un pozo de agua que funcionó hace unos 20 años y que ahora está cubierto por la maleza. “Queremos que nos ayuden para realizar una nueva conexión”, indica Verónica Arana, directora de esta escuela cercana a la carretera.

Raquel Solís tiene dos hijos en cuarto y quinto de básica en este plantel. Ella desea que el Ministerio de Educación, la Prefectura o la Alcaldía mejore la infraestructura.

“Muchas veces les doy la razón cuando los niños del recinto salen y se van a Balzar, porque buscan tecnología”, comenta la directora. Computación se enseña solo con láminas o figuras de espumafón. “No es lo mismo a que el niño toque una máquina”, dice Arana.

En el patio de la escuela muestra los oficios enviados en más de una ocasión a la Dirección Nacional de Servicios Educativos (Dinse) y al Municipio.

Mercy Mora, presidenta del comité de padres de familia de la escuela Carmen Coello, dice que es lamentable que no haya aunque sea una computadora. “No es justo que los niños vayan con esos vacíos al colegio, yo no me voy a otro plantel porque no tengo recursos”.

La misma necesidad plantea Betsy Santillán, quien tiene una niña en tercero de básica en la pequeña escuela Dr. Camilo Gallegos Domínguez del recinto San Pablo, en Palestina. El plantel, que tiene tres aulas para los siete grados, no cuenta con cerramiento y eso se convierte en un peligro para los infantes porque “ya hemos encontrado hasta culebras”, dice.

“La escuela no avanza”, comenta desanimada Betsy, quien anhela que los pocos niños que se educan ahí aprendan computación, aunque sea con una máquina que done alguna institución.

El mismo equipamiento se requiere en la escuela Carlos Alberto Flores, de Vuelta Larga, en Yaguachi. Las cuatro máquinas (unas donadas y otras adquiridas por autogestión) no abastecen para los 212 alumnos de este recinto y otros aledaños como Jaboncillo, Santa Isabel, Cacique de Oro, El Cóndor.

Otro de los problemas de esta escuela es la falta de mantenimiento de un bloque de aulas que construyó la Prefectura en 1984. Una de las planchas del techo de eternit se cayó y en el hueco se colocó un zinc de manera provisional. El aula no puede ser cerrada porque se la necesita para el nuevo periodo. “La Dinse ha venido en varias ocasiones, conoce del problema pero nada más”. También requieren unos 70 pupitres.

La escuela fiscal 19 de Agosto, de Cone, en Yaguachi; y, el centro escuela (de alfabetización) 5 de Mayo, del Colorado, en Daule, no cuentan con bancas.

Quienes viven cerca del centro escuela temen que se cierre por el bajo número de alumnos. “Sí están matriculando todavía. Si se cierra, los niños del recinto Colorado deberán avanzar por carretera hasta la escuela San Lorenzo de Daule y hay mucho peligro”.

La subsecretaria dispuso, mediante circular 007, que los centros escuelas que funcionen en lugares donde no existan planteles fiscales cambien su denominación a escuela y aquellos que estén en sectores donde sí haya cobertura de un centro primario trasladen a sus alumnos a otra fiscal más cercana.

Mónica Franco, subsecretaria metropolitana de Guayaquil, dice que el programa Sitec (Sí Tecnología), a través del cual se ha implementado aulas tecnológicas, “está avanzando sostenida y planificadamente en la dotación de equipos a nivel de país”. Agrega que se han implementado 32 aulas tecnológicas en Guayaquil y 31 entre Milagro, Durán, Quevedo, La Libertad, Marcabelí y Pasaje.

La ministra de Educación, Gloria Vidal, dice que se está cerrando la brecha digital con este programa, al dotar a los planteles de laboratorios completos a diferencia de algunos “municipios, entre ellos el de Guayaquil, que han entregado tres, cuatro o cinco máquinas”.

Cifras: Escolares
90% de establecimientos. En la zona rural, según la Dinse, está listo este porcentaje de infraestructura.

4.000 pupitres. La Dinse informa que desde diciembre distribuye este material en Guayas y Santa Elena.

5 millones de dólares. Esa es la inversión que la Dinse ha hecho en la zona rural de Guayas y Santa Elena.
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