El IESS acreditó a clínica pese a que un informe reveló anomalías

Dosis excesiva de medicamentos a pacientes, recetas que no correspondían a las enfermedades u hospitalizaciones demasiado prolongadas, son las observaciones que se incluyeron en un informe del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) sobre la Clínica González.

Este documento fue emitido un día después de que la clínica obtuviera la acreditación para atender a los afiliados y jubilados del IESS como hospital de primer nivel.

Ubicada en Nueva Loja, es la única casa de salud privada que tiene convenio con el Seguro en Sucumbíos. Sus tres dueños –Galo, Julio y Rosa González Granda– son primos hermanos del presidente del Consejo Directivo del IESS, Ramiro González (ex ID), en funciones desde junio del 2008.

Los pagos del Seguro a la clínica se multiplicaron en los últimos años. En el 2007, esta recibió $ 90.000; mientras que en el 2011, $ 1,2 millones.

El informe en el que se hacen estas observaciones es del 29 de abril del 2009, luego de una inspección realizada del 22 al 24 de ese mes. Está suscrito por los funcionarios del IESS Nelson Víctor Ramírez, Iralda Guerrero y Lizandra Arciniegas, quienes, al mismo tiempo, conformaban la comisión que otorgó la acreditación.


La clínica firmó el primer convenio con el IESS en 1995. Pero en el 2003 el Seguro inició un proceso de acreditación con todas las clínicas privadas contratadas en el país, con el fin de que cumplieran estándares de calidad. En el 2004, la Clínica González fue calificada como centro de atención ambulatoria y, en abril del 2009, como hospital de primer nivel, el más básico con capacidad para hospitalizar pacientes.

El informe señaló que, luego de revisar las historias clínicas, existía “diferencia en el número de medicamentos prescritos, administrados y plantillados”.

La segunda observación fue que, en ciertos casos, la prescripción de medicinas no correspondía al diagnóstico y tampoco a la cantidad suministrada a los pacientes.

El reporte señaló, además, el uso de fármacos “en dosis por encima de lo normal”. Por último, estableció que la permanencia de algunos pacientes era demasiada prolongada y que la cantidad de medicamentos no tenía relación con los días de hospitalización.

Tras la exposición de estas novedades, la Comisión recomendó realizar inspecciones para evidenciar el cumplimiento del contrato. No obstante, el día anterior, la acreditación a la clínica se había emitido con la firma de la entonces directora general del Seguro General de Salud, Carmen Alarcón Diago.

Este Diario solicitó por escrito una entrevista a Ramiro González el 22 de junio pasado, pero no respondió. También, con Galo González, accionista mayoritario de la clínica, quien delegó a la administradora de esa empresa, Sandra Sánchez.

Sobre las observaciones de la Comisión, Sánchez manifestó que cuando el Seguro tiene reparos respecto de la cantidad o tipo de las medicinas suministradas, no paga por ellas. Incluso mostró documentos que prueban que entre enero y octubre del 2011 el IESS le canceló $29.860 menos de lo que ella había facturado por atender a afiliados del Seguro Social Campesino; y añadió que el descuento total de ese año sumó $ 110.000.

Al referirse a la hospitalización, dijo que hay ocasiones en que el IESS dispone que un enfermo necesita, por ejemplo, dos días de hospitalización y no cuatro. “Ellos no saben que le atajamos porque (el paciente) vive demasiado lejos y no podemos mandarle”, acotó.

El informe subraya que antes de que se conceda la nueva acreditación, la Comisión ya había realizado otro documento en el que hacía recomendaciones por falta de equipos.

La Calificación

Para la evaluación de la Clínica González, la Comisión calificó cuatro indicadores: equipamiento de la clínica (que valía el 35% de la nota final), disponibilidad de servicios (30%), la infraestructura (30%) y situación financiera (5%), tal como lo determina el reglamento de acreditación. El puntaje global fue de 48,27. Lo mínimo requerido para ser considerado como hospital de primer nivel era 36,92.

Al inicio del proceso, la clínica realizó una autoevaluación con formularios diseñados por el IESS. Se otorgó a sí misma 12,97 puntos en equipamiento, 66 en la disponibilidad de servicios, 78 en infraestructura y 10,5 en situación financiera.

En su inspección, la Comisión confirmó esos puntajes. No obstante, en el formulario correspondiente a equipamiento, la clínica –luego de ingresar todos los instrumentos que disponía– no pudo obtener los puntos necesarios en cinco áreas: urgencias, sala de partos, ginecología, lavandería y recuperación (ver tabla).

La clínica compensó esos puntos con el equipo disponible en otras áreas y así superó la nota mínima para equipamiento.

La Comisión anotó siete recomendaciones, entre ellas, que debía adquirir nuevos equipos de anestesia, de oximetría de pulso y un desfibrilador, y renovar el instrumental que ya había cumplido con su vida útil, sin especificar cuál.

Sandra Sánchez indicó que la casa de salud no estuvo acreditada para brindar los servicios en el área de recuperación, por lo que nunca ha cobrado por ello. Para las demás áreas, dijo, sí fue calificada por el IESS.

“Si usted cree que no deberíamos estar acreditados, pregúntele al Seguro Social; si ellos nos acreditan, por algo será, porque la acreditación no la tenemos de ahora, la tenemos desde hace 20 años”, puntualizó.

El convenio con la Clínica González se firmó el 5 de mayo del 2009, pero el IESS no la contrató en calidad de hospital de primer nivel, como la habían calificado, sino como un centro de atención ambulatoria.

El contrato tuvo seis meses de plazo y, el 5 de octubre del 2009, el IESS firmó otro por tres años, que es el que está vigente, en el que la clínica ya pasó como hospital de primer nivel.
Comparte esta noticia en tu:
   

Este artículo se ha leído: 2715 veces.




Tags: iess