Dimite el ministro del interior rumano tras las dudas sobre la validez del referéndum



El ministro rumano del Interior, Ioan Rus, y su adjunto al cargo, Paul Dobre, presentaron hoy su dimisión, tras el escándalo por las deficiencias en el censo electoral de la consulta sobre la destitución del presidente Traian Basescu.

"Sobre mí y sobre el Ministerio del Interior se han ejercido innumerables presiones y apreciaciones, empezando por Traian Basescu y siguiendo con Crin Antonescu", presidente interino, declaró Rus en referencia a las críticas por su organización de la consulta, y calificó los comentarios en su contra de "inaceptables".

El ministerio del Interior organizó el referéndum con un censo de más de 18 millones de votantes.

A la consulta acudió a votar sólo un 46% de los electores, y el 87% de quienes fueron a las urnas se pronunciaron a favor del cese de Basescu, acusado por el Parlamento de violar la Constitución.

Aunque el quórum para que el referendo tuviera efecto era de la mitad más uno del electorado, el Tribunal Constitucional (TC) aplazó su decisión sobre la validez del voto hasta el 31 de agosto, al denunciar que había recibido informaciones contradictorias sobre el censo electoral de la Oficina Electoral Central y del Instituto Nacional de Estadística.

El TC ha pedido al Gobierno que revise y actualice las listas electorales hasta final de mes, de manera que pueda decidir si el referendo alcanzó o no el quórum de participación.

La coalición gubernamental de socialdemócratas y liberales aseguró tras el referendo que las listas electorales no se habían actualizado y que el número real de votantes era de entre 15 y 16 millones, pese a que su ministro Rus asumió la cifra de 18 millones de votantes a la hora de organizar la consulta.

De confirmarse el número de votantes defendido por la coalición de Gobierno, el referendo alcanzaría el quórum de participación y la destitución de Basescu se haría efectiva.

El presidente suspendido Traian Basescu y los líderes de la oposición de centro-derecha habían pedido la dimisión de Rus por el escándalo de un censo electoral con el que ya se organizaron, sin que nadie lo contestara entonces, las elecciones locales de este mes de junio.
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