La Revolución Ciudadana se cambia de casa

Jardines infinitos, lagos artificiales, inmensas palmeras, mansiones vanguardistas y centros comerciales elitistas, son algunas de las comodidades que cada vez atraen a decenas de funcionarios de la “Revolución Ciudadana”, en el sector de la vía a Samborondón, en La Puntilla.
Según Rodrigo Cevallos, presidente de la Federación de Organizaciones Sociales de La Puntilla, existen alrededor de 50 funcionarios del Gobierno del presidente de la República, Rafael Correa, que habitan en el sector.

El Jefe de Estado ha destacado la condición socioeconómica alta de sus opositores para descalificarlos, pero sin tomar en cuenta que algunos de sus colaboradores pertenecen a ese grupo y son vecinos de sus opositores. De hecho, el mandatario volvió a utilizar el término, en su cadena sabatina, para referirse a sus detractores.

Cevallos cuenta que cada vez son más los funcionarios de niveles menos públicos o secundarios que se suman a la elite de Samborondón.

Algunos trabajan para instituciones públicas, como el Servicio de Rentas Internas (SRI) y Gobernación del Guayas.

Aunque el asambleísta por Guayas, Rolando Panchana, no entra en el grupo de los funcionarios menos públicos, es el último oficialista que llegó a la tierra de “pelucones”, como registró el Presidente.
“Ciudad Celeste” es la ciudadela escogida por Panchana, en la que alquila una casa desde hace nueve semanas. Afirma que cancela una mensualidad de $ 600 y que su traslado obedece, entre otras razones familiares que no cita, a la cercanía al colegio de sus hijos.

El dinero que recibió por la venta de su casa en Ceibos Norte, otra zona residencial de Guayaquil ubicada en el noroeste de la urbe, la destinará para comprar una vivienda en esta zona residencial, anota.

“Me cambio de una casa propia a una casa alquilada. Acá no hay muchas comodidades”, agrega el comunicador social.

Pero para Correa, los habitantes de las 54 ciudadelas de La Puntilla son “pelucones”. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, no registra significado alguno de tal calificación peyorativa.

La enciclopedia libre Wikipedia le atribuye a los grupos adinerados que se opusieron, desde un inicio al actual Gobierno. Pero antes precisa que la denominación inicial se debe -en alusión- al anacrónico uso de pelucas en la aristocracia.

Cevallos, en cambio, dice que en “pelucolandia” habitan, en su mayoría, “empresarios y familias exitosas que han salido adelante a través del esfuerzo de su trabajo diario”.

“Pelucolandia”, como alguna vez se la denominó después de que un letrero clandestino amaneciera en la avenida principal de La Puntilla, es el sueño de cualquier porteño, sobre todo si es pobre: piscinas y canchas de tenis por doquier, seguridad, calles impecables, mansiones, lujo...
Panchana no es el único oficialista que figura en el staff de “coloraditos”. Otros funcionarios de alto nivel también ocupan la lista exclusiva de residentes habituales.

Nicolás Issa Wagner, ministro del Litoral, vive en la urbanización Isla Sol. Una ciudadela ubicada antes está la casa de Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia de la República, quien habita en Río Grande; Ricardo Antón, titular del Consejo Nacional de Tránsito, también vive ahí.
Juan Carlos Cassinelli, asambleísta electo por Guayas, reside en la urbanización Palma Mallorca. Camilo Samán, presidente de la Corporación Financiera Nacional (CFN), posee un inmueble en la urbanización La Castellana.

Pierina Correa, hermana del Presidente, posee un terreno conyugal en Isla Sol.

También hay otros funcionarios y familiares de Correa que habitan en otras zonas de Guayaquil consideradas de “clase alta”. Es el caso de Fabricio Correa, quien vive en Los Olivos.

Pierina Correa tiene una casa en Urdesa. En este sector reside la virtual asambleísta Viviana Bonilla, y entre otros Guadalupe Salazar, virtual concejala del Puerto Principal. María de los Ángeles Duarte, ministra de Inclusión Social, habita en Puerto Azul. (PVL)
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