Yasuní: La zona no resistiría un derrame

La promesa de "explotación responsable" que hizo el presidente Rafael Correa (y que repiten sus cercanos) no cuadra entre los ambientalistas. Que Petroamazonas sea la empresa encargada de la explotación causa algunas dudas.

El cuestionamiento está basado en las propias declaraciones del Gobierno. Según Rafael Correa, la estatal petrolera ha recibido reconocimientos por su producción amigable con el ambiente en el campo Pañacocha (Sucumbíos). Nada se ha dicho, sostienen los consultados, sobre la exploración y trabajos en el bloque 31. Dicho bloque también está en el Parque Yasuní y su comparación sería más real.

Carlos Larrea, autor del documento "La iniciativa Yasuní ITT desde una perspectiva multicriterial", explicó que en marzo de este año la revista National Geographic presentó imágenes que mostraban una carretera en el bloque 31. Este tipo de caminos, según el experto, es devastador para las áreas naturales.

Larrea basa su afirmación en registros anteriores. Una carretera, señala, da paso a la cacería indiscriminada de especies y a la deforestación. Oswaldo Madrid, gerente de Petroamazonas, ha insistido en que en los campos se realizarán únicamente senderos.

Pero no es el único conflicto ambiental. Las características de humedal del sector hacen que ante un posible derrame, por mínimo que sea, haya un fuerte impacto y una difícil remediación. Los ambientalistas recuerdan que los derrames no son un tema desconocido en el país. Solo en este año, el Oleoducto de Crudos Pesados y el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano han registrado derrames importantes de crudo en Esmeraldas y Orellana.

A lo anterior se suman las particularidades del petróleo. Según los estudios de las petroleras estatales, la viscosidad del producto y su alta mezcla con agua y gas hacen que su refinación y transporte sea más complejo de lo habitual.

No solo eso. Una vez que el agua sea separada del crudo, esta será reinyectada en la tierra, de acuerdo con el Gobierno. Larrea considera que ese líquido (que tiene un alto contenido de metales pesados) debería ser reinyectado a por lo menos mil metros de profundidad para no mezclarse con aguas superficiales. Hasta ahora, la técnica no ha sido del todo exitosa en el Ecuador.

Según el exministro de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pastor, el petróleo no será refinado en el sector, sino en una refinería ya construida a 75 kilómetros del lugar. En una entrevista televisiva, el ahora embajador explicó que tampoco se edificarán plantas eléctricas. De paso, respaldó la labor que Petroamazonas efectúa en el bloque 31 y dijo confiar en el trabajo que se ejecutará.

Lo que sí admitió es que con el Decreto Ejecutivo 74 se abre la posibilidad de explotar el campo Ishpingo (el plan B original solo contemplaba a Tambococha y Tiputini). Sobre eso no hay un plan de desarrollo elaborado, declaró.
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