Muerte de neonatos destapa una grave realidad en la salud

En el país suman 51 las muertes de neonatos en hospitales públicos. Mientras se investigan las causas de esos decesos, informes y quejas de familiares exponen la precariedad de las condiciones de salud, la mala atención y la deficiencia en la infraestructura hospitalaria.

Desde las 09:00, sobre la vereda de la puerta de ingreso al hospital Gustavo Domínguez, en Santo Domingo de los Tsáchilas, más de veinte personas extienden cartones y se acomodan para iniciar así una larga espera que dura, al menos, hasta el día siguiente; puede ser más. El objetivo es conseguir un turno para ser atendidos en alguna de las especialidades médicas.

Fuertes dolores en el vientre llevaron a Sara a buscar un cupo en Ginecología. Si bien el hospital cuenta con un call center para separar las citas, las decenas de usuarios que demandan diariamente atención en el área de consulta externa desbordan el sistema de llamadas, por lo que ella decidió pasar allí la noche del martes para asegurarse así la obtención de un turno.

Algunas usuarias son mujeres embarazadas que también van “equipadas” para pasar la noche en la calle, porque dicen que los médicos atienden solo a diez pacientes por día y se van.

Otto Ferrer, de 65 años, ha dormido dos veces en el hospital, a la espera de una cita para control, pues fue operado de la vesícula hace mes y medio. “Ni siquiera me dan las medicinas. He tenido que comprarlas”.

Estas historias, que se repiten a diario, y las fotos de recién nacidos hacinados y acostados en “cunas” de cartón, difundidas por la Defensoría del Pueblo el 9 de marzo pasado, describen apenas una parte de la crisis que vive el hospital Gustavo Domínguez desde hace años. Esta realidad, sin embargo, sí habría sido comunicada a las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP), según dicen el exdirector del ramo en Santo Domingo de los Tsáchilas, Jaime Jaramillo, y el delegado de la Defensoría del Pueblo, Clay Cabrera.

El 10 de marzo, la exdirectora del Gustavo Domínguez, Katalina Sandoval, le presentó un informe a Jaramillo. En él se identifican más de veinte problemas de “atención urgente”.

Una de las principales alertas descritas en el documento, que se encuentra en la Contraloría del Estado, delegación de Santo Domingo, desde el 22 de marzo, se refiere a la falta de recursos para obras que buscaban ampliar los servicios de áreas claves como Emergencia, Ginecología, Neonatología, Administración...

Se destaca que debería priorizarse la inversión. En abril del 2008, por ejemplo, se firmó un contrato por $ 127.856 para ampliar las salas de Emergencia y de Espera. En julio de ese año se entregó un anticipo del 70%, pero los trabajos, que debían terminar tres meses después, se iniciaron en octubre. Desde marzo del 2009 la obra está suspendida por un supuesto incumplimiento del fiscalizador.

Alberto Gangotena, asesor del ministro de Salud, David Chiriboga, y otros funcionarios de la cartera conocían estos pormenores, según el informe. Incluso en marzo del 2010 se dio una asignación presupuestaria, para una segunda fase de trabajos en Neonatología y Obstetricia, por $ 860 mil, pero luego, sin explicaciones, se retiró el dinero.

Al no concretarse los trabajos previstos y ante el incremento de pacientes por la gratuidad de los servicios de salud, empezó a congestionarse el área de Ginecología, que además no cuenta con una sala de labor de parto. La que funge como tal se encuentra en el pasillo y la vereda del área de Emergencia. Quienes logran acceder a una cama se mantienen en ella entre 8 y 12 horas. No como dictan las normas: de 24 a 48 horas para parto normal y 72 para poscesárea.

Para Consulta Externa, que cuenta con 11 consultorios, se entregan 430 turnos diarios (de lunes a viernes, de 08:00 a 16:00) en 17 especialidades. El 30% de los cupos se separan a través del call center; el 10%, con citas previas; y el 60%, en ventanilla. En el informe se admite que los pacientes llevan colchones para permanecer en el área de Emergencia, adonde llegan usuarios de varias provincias del país.

Este hospital tampoco cuenta con un área de cuidados intensivos. Tiene un cuarto para cuidado crítico, donde se encuentran por horas los pacientes de alto riesgo para luego ser transferidos a otras unidades de mayor complejidad, pero esto no se ejecuta por la dificultad para conseguir una cama en los hospitales llamados de tercer nivel (es decir, de especialidades).

En el informe también se expone la necesidad urgente de personal. Además, existen graves fallas en los sistemas de vapor, de agua fría y caliente, sanitario y contra incendios, que pueden colapsar debido a que las tuberías están oxidadas. También hay filtraciones en Neonatología. Por todo esto, según concluye el informe, la solución de fondo sería construir un nuevo hospital, plan estancado ante la falta de un terreno.

Las observaciones también revelan que “los profesionales jóvenes del área de Emergencia han generado varias demandas, sobre todo por presuntas malas prácticas médicas”. Se mencionan siete casos en las áreas de Obstetricia y Neonatología. En cuatro hubo fallecimientos.

Pero la precariedad en la que se atendía a los neonatos de este hospital no es aislada, como revela el informe de la Defensoría, que destapó una realidad evidente en otros nosocomios, donde también se investigan las muertes de otros bebés.

Los casos de las muertes de 14 neonatos entre enero y febrero de este año, en el hospital de Santo Domingo de los Tsáchilas, están en indagación previa desde el 18 de marzo. A esos 14 casos se suman los 11 que se manejan en la Fiscalía del Guayas y los 26 de Loja, con lo que se eleva a 51 el total de neonatos fallecidos, solo en tres hospitales.

Aunque en el hospital de Santo Domingo de los Tsáchilas y en el Francisco de Ycaza Bustamante, en Guayaquil, no se entregaron datos del número de nacidos vivos y de mortalidad, en otros, como el Martín Icaza, de Babahoyo, las cifras arrojan que en el 2010 el total de nacidos vivos fue de 2.366. De ellos, 6 murieron en los siguientes 28 días y 34 nacieron muertos. En el Isidro Ayora, de Loja, nacieron 3.158 niños entre el 2010 y enero del 2011, y 72 fallecieron.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el promedio regional de la tasa de mortalidad neonatal es de 14,3 por cada 1.000 nacidos vivos.

El informe de la Defensoría advierte la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar que se repitan casos como los de Guayaquil, Santo Domingo o Loja. El problema preocupa porque de las 28 casas de salud que visitó la institución en 18 provincias, 25 enfrentan problemas de falta de personal o no tienen condiciones de asepsia ni suficiente limpieza en salas como la de Neonatología.

La sobrepoblación de neonatos es una de esas preocupaciones. En el hospital de Santo Domingo, por ejemplo, mientras la capacidad del área es para 8 niños, se atiende hasta 28, muchos de Esmeraldas, Manabí y Los Ríos. En la maternidad Isidro Ayora, en Quito, de una capacidad para 51 niños, se atiende a 65, en promedio.

En otros, como el Martín Icaza, de Babahoyo, el principal problema es la falta de personal. Hay 9 enfermeras y 5 auxiliares para atender a un promedio de 3.166 emergencias al año.

El director de este hospital, Líber Orellana, refiere que en el caso de la mortalidad de neonatos, se trata de bebés que supuestamente llegan en estado crítico, procedentes de clínicas.

Sin embargo, una denuncia registrada en la Fiscalía, en Babahoyo, exige aclarar la muerte de un bebé, ocurrida el 10 de febrero. Las investigaciones se encuentran en indagación previa.

Al margen del informe, en otros hospitales, como el Rafael Rodríguez Zambrano, en Manta, el subdirector Víctor Traverso se queja de que en esta casa no se cuenta con una unidad de cuidados intensivos para el área de Neonatología. En los dos primeros meses de este año, cinco bebés fallecieron: tres de ellos por bajo peso, uno por malformación y el último por complejidad respiratoria, según dice. Ante la falta de terapia intensiva en el área de Neonatología, donde se atiende a 16 bebés al mes, se derivan los casos a hospitales de Portoviejo o Guayaquil.

Según la Defensoría del Pueblo de Manabí, si no se toman medidas urgentes, se pueden registrar más muertes de neonatos. Datos de esta oficina revelan que el año pasado, de los 2.745 nacidos vivos en los hospitales manabitas, 74 fallecieron. Mientras, según cifras de la Dirección de Salud de Manabí, en el 2007 se registró un promedio de 12,5 muertes de neonatos por cada mil nacidos vivos en la provincia; y en el 2010 hubo un repunte a 14,3 muertes.

El ministro Chiriboga dijo ayer que se indagarán “a fondo” todas las denuncias y que, en el caso del hospital de Santo Domingo de los Tsáchilas, ya se iniciaron los sumarios administrativos en contra de la exdirectora, a quien acusa de ubicar a un bebé en un cartón para posteriormente tomarle una foto. Además, la Contraloría anunció exámenes especiales en todos los hospitales públicos del país.

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