El inapropiado llamado de las Fuerzas Armadas

El Comando Conjunto acaba de ejercer un acto de tutelaje frente a los candidatos presidenciales. Estos no se han pronunciado.
El pedido de prudencia de las FF.AA. a los candidatos en temas de defensa y seguridad resulta inadmisible, por decir lo menos. Y si no fuera porque los candidatos presidenciales han decidido hacer caso omiso de lo que pasa en el país, sería motivo de escándalo político. El comunicado dice, en su parte pertinente, que la entidad militar "hace un firme llamado a todos los actores políticos para que durante este proceso electoral los temas de la defensa y la seguridad nacional sean tratados con prudencia, respeto y responsabilidad a fin de no afectar los intereses nacionales".
"Los miembros de las Fuerzas Armadas, como soldados de honor, y sobre la base de nuestros principios y valores militares, cumpliremos cabalmente el rol que la constitución nos asigna".

¿Qué dice la Constitución al respecto? El mandato constitucional dice en su artículo 159: "Las Fuerzas Armadas son obedientes y no deliberantes y cumplirán su misión con estricta sujeción al poder civil y a la Constitución".
El artículo 158 dice a su vez que "Las Fuerzas Armadas tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía y la integridad territorial". La Constitución también manda que las Fuerzas Armadas actúen "con apego irrestricto al ordenamiento jurídico".
Esta última parte es fundamental. Las Fuerzas Armadas solo pueden hacer lo que la ley les permite. Y hasta ahora no existe en la Constitución, ley orgánica, reglamento o decreto alguno, una sola línea que permita a las Fuerzas Armadas hacer pronunciamientos de carácter político dirigidos todos los candidatos presidenciales (incluido el candidato Presidente, se supone) o que permita a los militares poner la agenda, los términos y el tono del debate político en tema alguno y menos en los de seguridad y defensa. Su misión y condición están claramente delimitadas en la ley. ¿A qué se refieren los militares con tratar temas de defensa y seguridad con prudencia, respeto y responsabilidad? ¿No equivaldría eso a una advertencia y un llamado a la autocensura para los actores políticos ? ¿No es esta una intromisión en el proceso electoral, jurisdicción inalienable del Consejo Nacional Electoral?
Con este comunicado, inédito en tiempos recientes, las Fuerzas Armadas han entrado en el espinoso terreno de lo político, y han cedido a la siempre peligrosa tendencia a considerarse tutores de la democracia o de la defensa nacional, la seguridad e integridad territorial. Desafortunadamente, el mando político ha permitido este pronunciamiento, si es que no lo ha alentado. Las Fuerzas Armadas, como todos los ecuatorianos iguales ante la ley, están conminadas a respetar la Constitución y las leyes de la República. Los generales y almirantes que concibieron este llamado deberán releer la Carta Magna y respetar los mandatos como la estricta sujeción al poder civil y su condición de obedientes y no deliberantes. Si las Fuerzas Armadas quieren ser deliberantes, tienen todo el derecho de pedir una reforma constitucional, pero mientras tanto es de esperar que se observe la norma vigente.
Los temas de defensa y seguridad pertenecen a todos los ciudadanos. Y, como tales, los actores políticos tienen todo el derecho a exigir que los militares rindan cuentas de sus actos (como la compra de los radares chinos, el gasto en el equipo militar y las acciones inherentes a su misión), en el tono y con los temas que lo quieran hacer.
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