Bnf y una contrataron por $ 4,1 millones a vinculados con Vialmesa

Aunque es de tres pisos, su casa no llama la atención en la Cooperativa Unidad Nacional de la populosa ciudadela La Florida, al noroeste de Guayaquil. Los bloques están a la vista, las ventanas solo tienen rejas y al pie de una ellas lucen algunos maceteros con plantas. Por la noche, la acera al pie del garaje se convierte en un puesto de venta de comida para los transeúntes y vecinos.

Ahí vive el chofer de José Alvarado Echeverría, de 24 años de edad, hijo de Fernando Alvarado, el secretario nacional de Comunicación.

Se trata de Camilo Jalca Villegas, manabita de 44 años, uno de los tres socios fundadores de Vialmesa S.A., la empresa que ha acaparado todos los contratos de transporte que la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) ha publicado en el portal de Compras Públicas desde noviembre del 2010 hasta el 16 de mayo del 2012, por un valor total de $ 3,3 millones.

De acuerdo con las declaraciones de impuesto a la renta que están en el portal del Servicio de Rentas Internas (SRI), Jalca Villegas ha trabajado desde el año 2008 en la empresa Edecer S.A., que pertenece a José Francisco y Fernando Andrés Alvarado Echeverría, hijos de Fernando Alvarado y Betty Echeverría Morla.

Los hermanos Alvarado Echeverría así como su madre y su abuela, Olinda Morla de Echeverría, también han laborado para Edecer. José Francisco es su gerente y representante legal.

Creada en junio de 2008, Edecer se dedica a la publicidad, pero el 1 de diciembre del 2011 matriculó un tráiler Mack del 1988. La Superintendencia de Compañías la declaró en inactividad en febrero pasado.

Reportes de esa compañía al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social señalan que el sueldo mensual de Jalca Villegas fue de $ 278 en enero del 2009 y $ 352 en enero del 2011.

Jalca aparece como el accionista mayoritario en el acta de constitución de Vialmesa, fechada el 15 de marzo del 2010, con $ 272 en acciones. Le siguen Luis Villavicencio Segovia y Carlos Antonio Mendoza Fernández, con $ 264 cada uno. En total $ 800.

Jalca actuó como secretario de la junta de accionistas de Vialmesa que designó a Villavicencio como el gerente. En agosto del 2010 vendió sus acciones a Villavicencio. Para ese entonces, la empresa ya contaba con un tráiler Kenworth del 2011, valorado en $ 140.000.

Ahora, la compañía tiene un capital de $ 140.000. Y en un año ha acumulado 18 tráileres de primera mano. El valor de esta flota, según las matrículas, asciende a $ 1,9 millones.

Jalca dio una entrevista a EL universo en su casa, la noche del 10 de abril pasado. Cuando se le preguntó sobre la constitución de Vialmesa señaló: “Yo no le puedo decir mayor detalle ni el mínimo. Yo no tengo nada que decir. ¿Qué le voy a decir? Que la empresa se creó así, no sé”.

Luego relató que es el chofer personal de José Alvarado Echeverría, que conoce a la familia Alvarado desde muchos años al igual que a sus ex socios y que Martín Echeverría Morla, cuñado de Fernando Alvarado Espinel, también tiene vínculos con Vialmesa.

Este Diario había visitado la mañana de ese mismo día los patios de Vialmesa, ubicados a la altura del km 25 de la av Perimetral de Guayaquil y que alquila a la Cooperativa de Transporte Pesado de Carga “Dídimo Arteaga Vera”.

Ahí estaba Martín Echeverría Morla, arreglando su cabezal Kenworth amarillo, de placas GLE-549, matriculado a nombre de Eculinexpo, una exportadora de madera de la que fue accionista hasta el 2010, pues ahora tiene como socios a dos ciudadanos de la India.

Se le preguntó a Echeverría por su sobrino José Francisco, y como este no se encontraba en los patios, Echeverría lo llamó desde su celular. Mientras esperaba en la línea y consultado acerca de la relación entre José Francisco Alvarado y Vialmesa, Echeverría dijo que este tenía acciones en los camiones de la compañía.

Tras saludar con su sobrino, pasó su celular al periodista de este Diario, quien le explicó que EL UNIVERSO preparaba un reportaje acerca de los contratos públicos con Vialmesa y quería entrevistarlo.

Alvarado Echeverría negó que él tuviera acciones sobre esos camiones, dijo que su tío tiene un camión en esa empresa y negó la entrevista.

Echeverría Morla indicó entonces que él no podía dar declaraciones pues solo da mantenimiento a los vehículos de Vialmesa y que se debía conversar con el gerente de la compañía, Luis Villavicencio.

Relaciones más profundas

No obstante, las relaciones entre Echeverría Morla y Vialmesa son más profundas.

Su esposa Mercedes Coto Randich trabaja para esta empresa y su hija Alejandra Echeverría Coto también lo hizo por algunos meses en el 2011. Coto incluso aparece en un aviso de Vialmesa en la revista de la Cámara de comercio de Guayaquil de agosto del 2011, con una dirección de correo electrónico de esa compañía.

EL UNIVERSO le envío el pasado 14 de mayo un mail a su correo personal, incluido en una cotización de su esposo para el Programa de Provisión de Alimentos, con miras a mantener una entrevista con ella y con su cónyuge, y su respuesta fue que enviaría una carta al Diario; la misma que llegó al día siguiente.

En esta misiva Coto se pregunta “¿Por qué ciudadanos comunes y corrientes, que estamos en actividades privadas, en mi caso, con relación de dependencia, tendríamos que darle una entrevista a un medio de comunicación? ¿Para qué? No entiendo”.

Y añade que “sobre el servicio que prestó mi esposo al banco Nacional de Fomento, creo que debería dar alguna explicación, solo en caso que hubiera faltado a su contrato”.

En efecto, Echeverría mantuvo contratos de transporte con el BNF, al igual que Mendoza. Lo adjudicado a ambos asciende a $ 3,4 millones.

Asimismo, la UNA contrató varias veces a Mendoza por un total de $ 627 mil. Todo ello ocurrió antes de que se cree Vialmesa.

Los contratos anteriores

El 29 de abril del 2009, el entonces gerente del Banco de Fomento, Edgardo Mármol Aguirre, abrió el primer proceso registrado en el portal de Compras Públicas para contratar la distribución de 330.000 quintales de úrea a un precio referencial de $ 400.000.

Al día siguiente inició el segundo para transportar 40.000 toneladas métricas (t) de arroz hacia la Sierra con un precio referencial de $ 1"320.000.

Echeverría Morla y Carlos Mendoza Fernández (que luego se convirtió en socio de Vialmesa) participaron en esas dos subastas inversas y sus propuestas fueron las únicas calificadas para participar en las pujas. Ambas se desarrollaron el 7 de mayo del 2009, a las 10:00 y a las 12:00.

Echeverría Morla ganó la primera subasta por sobre Mendoza, que terminó en $ 395.900, por lo que el 22 de mayo firmó el contrato con Mármol Aguirre. En este documento, el contratista registró el correo electrónico de su sobrino José Francisco Alvarado.

La segunda subasta, en cambio, Mendoza Fernández superó a Echeverría con una oferta final de $ 1"315.918. En los anexos a la declaración de impuestos de Mendoza consta que cobró $ 86.241,80 de Echeverría en el 2009.

En julio de ese año, Echeverría presentó una oferta al Programa de Provisión de Alimentos, del Ministerio e Inclusión Económica (MIES), en busca de un contrato que le fue negado. En esta, Luis Villavicencio Segovia (actual socio y gerente de Vialmesa) consta como chofer de un vehículo ofertado.

En esa propuesta también aparece el correo electrónico de su esposa Mercedes Coto, con dirección la oficina 120 del Centro Comercial Albán Borja (al norte de Guayaquil). En ese local está un letrero de la empresa M2 Proyectos y Negocios, que es el nombre comercial del Registro Único de Contribuyentes (RUC) de Luis Monge Espinel, primo de los Alvarado Espinel y quien también ha sido funcionario de este Gobierno.

En esa oficina también funcionó la empresa Axis Consultores de Imagen/Comunicación (Ilmyzac S.A.), que ahora está en la ciudadela Sagrada Familia. Hasta junio del 2010, su gerente fue Leonidas Villagrán Cepeda, del estudio jurídico Villagrán Lara.

Desde la subasta de mayo del 2009, Carlos Mendoza recibió contratos BNF de manera directa. Este Diario accedió a siete contratos y un convenio de pago firmados entre agosto del 2009 y abril del 2010, mediante los cuales Mendoza se encargó del transporte pesado del BNF. Cobró un total de $ 1’793.446,27 por esos servicios.

Esos procesos no están colgados en el portal de Compras Públicas. EL UNIVERSO presentó un recurso de acceso a la información a la gerente general del BNF, Ana María Juez Ramos, el pasado 5 de abril. La gerente administrativa encargada del BNF, Jenny Fernández Carpio, envió una carpeta con documentos el 24 de mayo pasado, pero estos no corresponden a lo solicitado (ver recuadro).

Los contratos a Mendoza fueron adjudicados directamente con base a cinco emergencias, cuatro declaradas por el entonces ministro de Agricultura, Ramón Espinel, y una por el entonces gerente general del BNF, Roberto Barriga Ayala. El convenio de pago, en cambio, indica que este corresponde a un servicio “emergente” que Mendoza brindó sin contrato.

Ya en agosto del 2009, Camilo Jalca, Luis Villavicencio y Carlos Mendoza reservaron el nombre de Vialmesa en la Superintendencia de Compañías; pero solo el 15 de marzo del año siguiente registraron ante un notario la creación de la compañía. Contaban con un informe favorable para la constitución de la empresa, emitido en febrero del 2010 por el entonces director de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), Ricardo Antón Khairalla.

Tres semanas después, el 5 de abril de ese mismo año, José Alvarado Echeverría abrió un RUC, cuya actividad es la de “transporte de carga por carretera”. Y cuatro días más tarde, el 9 de abril, Vialmesa obtuvo su registro de constitución en la Superintendencia.

Mientras los empresarios hacían los trámites de constitución, Barriga Ayala, entonces gerente del BNF, modificó dos contratos suscritos con Mendoza Fernández extendiendo el plazo de entrega, cambiando los objetos de los contratos y aumentando los montos. Esta práctica está prohibida por ley, según indicó Víctor Cruz, asesor del Instituto Nacional de Compras Públicas, en un taller dado la semana pasada.

En 4 de agosto del 2010, Jalca vendió sus acciones a Villavicencio. Días después, Vialmesa registró su página web. Ese dominio está a nombre de la empresa Engitech, ubicada en el mismo edificio de Arkae, compañía de Humberto Alvarado Espinel, en el centro comercial La Tienda Dos (frente al Albán Borja). No obstante, estas firmas no tienen relación accionaria.

El 18 de octubre del mismo año, Antón otorgó el permiso de operación a Vialmesa. Al día siguiente, por un acuerdo emitido por Ramón Espinel, la UNA abrió su primera subasta inversa en el portal de Compras Públicas. Vialmesa presentó su oferta, fue la única concursante y ganó.

Desde entonces, Vialmesa ha acaparado todas las subastas inversas de la UNA y ha ganado $ 3,3 millones en contratos.

Carlos Antonio Mendoza tampoco quiso hablar con EL UNIVERSO, recordando que la posición de Vialmesa ya había sido dada por su gerente, Luis Villavicencio, quien se negó a dar una entrevista y pidió que las preguntas se le envíen por escrito. En una misiva, Villavicencio señaló: “No vamos a abordar nada que pudiese caer en la figura de la especulación o en el ámbito personal”.

En Vialmesa confirmaron vía telefónica que José Alvarado Echeverría había trabajado allí hasta el año pasado. Relación que no ha sido aceptada ni desmentida por Alvarado.

El pasado 14 de mayo, este Diario le insistió para tener una entrevista enviándole un correo electrónico a la dirección que su tío había incluido en el primer contrato con el BNF. Se le indicó que la entrevista trataría sobre los contratos entre la UNA y Vialmesa, que su tío había señalado que tenía acciones en los vehículos de la empresa y que su chofer Camilo Jalca había sido accionista fundador de esa compañía.

La respuesta llegó poco después y con copia al mail de su padre, el secretario nacional de Comunicación. Decía: “Quiero comentarles que observando el tratamiento que su Diario le ha dado al gobierno del Presidente Correa y en especial a mi padre, lo que menos puedo hacer es confiar en ustedes.

“Si mi tío les hubiese dado esa versión, que lo dudo, está en total desconocimiento, más me parece una intención de ustedes de lograr algún tipo de afirmación, ya que no es difícil para un periodista revisar la constitución de una compañía.

“Donde yo haya trabajado de manera privada y haya cumplido mi labor profesional, no tengo que dar explicaciones a nadie...

“Estoy copiando este correo a mi padre, porque estoy seguro que ustedes tratarán de generar suspicacias, intenciones claramente detectables en sus preguntas”.

Días después llegó a la oficina de EL UNIVERSO, en Quito, un sobre manila en el que se leía, a manera de remitente “G. Tassi” y debajo el número de celular de Giovanna Tassi, directora de la Radio Pública, de cuyo directorio Fernando Alvarado Espinel es miembro.

El sobre contenía una carta manuscrita firmada por “Giovanna”, sin fecha, y en la que anexaba una documentación que, según indicaba la misiva, “la conseguí porque hablé con el Dr. (Fernando) Alvarado y él me la proporcionó”.

Se trata de un acta de requerimiento, notarizada el 2 de agosto del 2011, que realiza el abogado Hugo Aníbal Cisneros Navarro citando a Nicolás Pérez, para que explique uno de sus tuits que hace relación a “F. Alvarado”. Sin embargo, este pedido nunca fue notificado a Pérez, pese a que han pasado más de nueve meses.

Cisneros es abogado del estudio Villagrán Lara, otro de cuyos integrantes, Héctor Villagrán Cepeda fue ministro de Obras Públicas de este Gobierno y es el actual jefe de la oficina comercial en Beijing (China).

Su hermano Leonidas Villagrán fue gerente general de Axis (Ilmyzac) y hasta noviembre del 2011 constaba como accionista de esa empresa.

En el acta, Cisneros advierte a Pérez, actual presidente de C.A. EL UNIVERSO, que “el incumplimiento o la omisión a su requerimiento dará inicio a las acciones legales pertinentes”.

Comparte esta noticia en tu:
   

Este artículo se ha leído: 11718 veces.




Tags: Guayaquil guayaquil Fernando Alvarado Quito El universo