¿Es un poder fáctico el Washington Post?

¿Es un poder fáctico el Washington Post?
Publicado el: 20/01/2012

























El editorial del Washington Post que critica con dureza el ataque permanente del presidente Rafael Correa contra las libertades ciudadanas, en especial contra la prensa independiente, ha levantado reacciones de todo tipo, en especial de los panegiristas de la revolución ciudadana.

El Washington Post ha sido, desde su inicio, uno de los diarios más analíticos e independientes de los Estados Unidos. Su línea editorial ha buscado siempre ser contestataria contra los poderes. Justamente esa línea permitió que haya sido el diario que investigó y reveló uno de los escándalos más grandes en la historia de la democracia estadounidense, el caso de las escuchas telefónicas en el edificio Watergate que, por su exposición, generó la renuncia del presidente Richard Nixon.

La influencia del Washington Post en la sociedad estadounidense y en los grandes centros mundiales es innegable. Esa influencia ha determinado que el miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos Frank R. Wolfe, citando ese editorial, haya solicitado a la secretaria de Estado Hillary Clinton que incluya la "agresión" del presidente Correa y del Gobierno ecuatoriano contra El Universo y los periodistas independientes en el próximo reporte sobre los derechos humanos que deberá presentar la secretaria Clinton.

Antes de este caso, el Gobierno ha reaccionado muy mal contra críticas por parte de otros diarios de varios países: El País de España, ABC del Paraguay, The Miami Herald, La Nación de Costa Rica, El Tiempo de Bogotá, La Nación de Buenos Aires, La República , El Comercio y Correo de Lima y otros medios independientes de Francia, Bélgica, Alemania e Italia.

La ciudadanía entonces se pregunta si los otros periódicos internacionales que han criticado los excesos del presidente Correa han sido o son miembros de la prensa corrupta en sus países. El diario El País, nacido por su lucha frontal en defensa de la democracia española luego de Franco; ABC, enemigo declarado del régimen populista y dictatorial de Stroessner; La República de Lima, combativo diario en contra del Régimen de Fujimori y soporte de los cambios que había ofrecido el presidente Humala, ¿son acaso ejemplos de prensa atada a los negocios, a los grupos de poder económico, a los poderes fácticos, enemiga de los cambios sociales?

El Gobierno debe moderar sus reacciones ante legítimos cuestionamientos que la prensa independiente del mundo pueda tener respecto a la forma que conduce el país, en la que es evidente la manipulación de los medios controlados por el Gobierno directa o indirectamente y sitios de Internet en los que, como todos conocen, muchos de sus responsables, deforman las realidades en busca del favor oficial.
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Tags: El universo