Ecuador es una bodega de cocaína

Entrevista

Anabel Hernández es mexicana. Vino la semana pasada al país. Experta en narcotráfico, ella cree que si en el Ecuador está el cartel de Sinaloa, con seguridad, deben estar también aquí otros carteles

Por Thalía Flores y Flores

Subdirectora de Información

Anabel Hernández, periodista mexicana, sabe administrar bien el tiempo con una gran dosis de serenidad.

A pesar de que le apresuran para ir al aeropuerto, responde con calma las preguntas de HOY. Su rostro trasmuta: cuando habla del drama de la sociedad ante el crimen organizado su rostro se endurece. Pero, de inmediato, sonríe cuando dice que la gente debe presionar a las autoridades para aniquilar a las mafias.

Vino a Ecuador invitada por la AEDEP para dictar una conferencia sobre una investigación acerca del narcotráfico, que le tomó cinco años, fruto del cual escribió el libro Los señores del narco, en el que revela los nexos de los carteles con el Estado y el involucramiento de autoridades civiles, jueces, policías y militares.

Con una gran capacidad oratoria y con las revelaciones que hizo durante una conferencia previa, mantuvo concentrado al auditorio.

¿Por qué los países no actúan de inmediato ante las primeras alertas de penetración del narcotráfico?

Por la experiencia de México, primero hay una negación del problema. Es como cuando uno está enfermo y no quiere reconocer, y, segundo, porque en primera instancia pareciera que el narcotráfico genera beneficios: llega con dinero, genera empleo, usa hoteles, consume en restaurantes, compra vehículos. Lo que la gente no entiende, hasta que lo vive en carne propia, es que el narcotráfico empieza salpicando dinero y termina salpicando sangre.

¿Cómo hay que prepararse para enfrentar el narcotráfico?

Con legalidad y cero tolerancia con la corrupción. Los países latinoamericanos no somos muy apegados a la legalidad. Tampoco lo era Italia cuando la mafia creció en los años setenta. Es imposible que este tipo de grupo se asiente sin que los vecinos no lo noten. A veces, los vecinos son anuentes por miedo o porque ellos son generosos. La sociedad debe cerrar la puerta a la delincuencia, no tenerla de vecinos, ni a sus hijos de compañeros en las escuelas.

¿Cómo actuar? Alguien no puede decir: "A este vecino, no le quiero".

Debe haber una cultura de denuncia. En alguien hay que confiar, y está la autoridad, que tiene la obligación de actuar. Debe haber presión social, porque la sociedad no es la que va a sacar al narcotraficante de su barrio o al lavador de dinero de la empresa; debe juntarse para exgir al Gobierno, porque para eso está.

¿Qué saben en México de la presencia del cartel de Sinaloa en Ecuador?

Sé lo que ha salido en los medios de estas conexiones entre un consuegro del Chapo Guzmán, que tenía operaciones aquí conectado con algunos colombianos. Voy a decir algo: Ecuador es una especie de bodega de cocaína. De aquí se hacen transacciones importantes, se mandan grandes cargamentos. Es difícil no pensar que estos narcotraficantes no vengan en persona o manden a familiares y gente muy cercana a verificarlos. Lo que he conocido por grabaciones que tiene el Gobierno de EEUU, de conversaciones de los negocios del Chapo Guzmán, es que le gusta vigilar sus negocios. Es un poco ingenuo pensar que aquí solo hay lugartenientes del cartel de Sinaloa.

Si aquí está Sinaloa, ¿hay otros carteles disputando el territorio?

El narcotráfico es un negocio como el de refrescos o el de cervezas. Cuando llega una marca a una localidad, también llega la otra, porque es una competencia. Ecuador es un mercado, aquí se está guardando la droga.

¿De donde tiene la información de que Ecuador es una especie de bodega de la droga?

Del Gobierno de EEUU.

¿Usted confía plenamente en la información de EEUU?

Son cosas que habría que investigar y corroborar, pero son puntos de información que el Gobierno ecuatoriano debería ver con preocupación y corroborar si es verdad o no. El punto es que en algún lugar se deben guardar las miles de toneladas de cocaína que salen de Ecuador. Está comprobado que es un puerto de salida. Además, están estos narcolaboratorios que se han encontrado. La propia prensa de Ecuador lo ha registrado. Como existen estas fábricas de procesamiento de cocaína, estamos hablando de que Ecuador empieza a ser una sede apetitosa del narcotráfico. De qué tamaño, nadie lo sabe.

Expertos dicen que se decomisa el 10% de la droga que circula en un país. ¿Usted maneja esa cifra?

No me atrevería a especular. Mi trabajo de investigación ha sido más que nada respecto a las conexiones del narcotráfico con corrupción de empresarios y Gobierno, no tanto las cantidades de droga que mueven.

Tras escribir el libro Los señores del narco, usted ha dicho que la quieren matar. ¿Quién quiere matar a Anabel Hernández?

En México hice una investigación de cinco años, en la que descubrí las redes de complicidad entre los señores del narco en México. Los señores del narco no solo son los narcotraficantes más buscados por la DEA o el FBI, los señores del narco también son empresarios, políticos, militares y policías. Después de esta investigación, he sido amenazada por el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García.

¿Cómo se enfrenta al narcotráfico y al poder político juntos?

En México está comprobado por la organización Artículo 19 que la mayor parte de las intimidaciones y violencia contra los periodistas irónicamente no lo ejercen los grupos criminales como tales, sino que viene de grupos criminales que operan dentro del Estado. La única manera que he encontrado para defenderme es denunciando en México y en el mundo. México creo que está en una de sus peores crisis, la gente está atemorizada porque no quieren que mueran sus familiares, hay una serie de pequeñas células criminales que extorsionan, violan y secuestran. La única manera de enfrentar al crimen organizado es con legalidad.

¿Y cómo debe actuar el sistema financiero para no mover el dinero del narcotráfico?

Debe obligarse a los bancos que se notifique a las autoridades para que se investigue. Se le da una gran discrecionalidad a los bancos, porque además hoy las redes de bancos y del mundo son transanacionales. Hay un HCBC que está en México, en Ecuador, en Japón, en Inglaterra, está en todas partes. Ecuador, que recién está casi comenzando, debe encender las alertas suficientes para detener al narcotráfico.

¿Cómo debe actuar la ciudadanía?

La cultura de la legalidad es la única vacuna para impedir que estos sistemas de corrupción se apoderen de la sociedad.

Con la experiencia de México, ¿qué sugiere a los países que intentan que el Ejército y no la Policía combata al narcotráfico?

El Ejército por su propia naturaleza en ningún país del mundo está preparado para patrullar las calles. La naturaleza del Ejército es salvaguardar la soberanía nacional, proteger las fronteras de los enemigos externos. Los ejércitos no están para patrullar las calles, son muy vulnerables, porque pueden cometer violaciones a derechos humanos, como ha ocurrido en México con ejecuciones sumarias, retenes mal establecidos; han asesinado a niños y mujeres accidentalmente por la falta de preparación para patrullar las calles, pero también se vuelven muy vulnerables, porque, al estar la tropa en la calle, son muy susceptibles de ser cooptados por los carteles del narcotráfico.

¿Eso sucedió en México?

Los Zetas surgen de un grupo de élite que alguien del Ejército, se le ocurrió convertir en policías. Los mandaron a Tamaulipas, y fueron cooptados por el cartel del Golfo. Por eso, Los Zetas se han convertido en un grupo criminal tan letal y tan difícil de destruir, porque cuentan con todo ese conocimiento y esa preparación militar. No ha habido en México, en estos seis años de gobierno de Felipe Calderón, ningún buen resultado de haber sacado el Ejército a las calles.

¿Cuál es el legado que deja Felipe Calderón en esta materia?

Felipe Calderón terminará su gobierno el 1 de diciembre próximo, y su legado es un país incendiado. Un país con 60 mil muertos, con un nivel de corrupción nunca antes visto; un país con un nivel de impunidad, porque se cometen delitos pero nadie castiga esos delitos No hay delincuentes que estén en la cárcel, y tenemos a un presidente que, siendo de una familia de abolengo panista (del PAN, el partido en el poder), que ha dirigido a este partido de derecha, ahora nos entrega a los mexicanos en los brazos de ese PRI que tanto daño le hizo a México por muchas décadas.

El personaje

Anabel Hernández es periodista. Ha trabajado en los diarios La Reforma, Milenio y El Universal. En 2012 fue galardonada con el premio Pluma de Oro de la Libertad que otorga la WAN-IFRA.
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